Tras la novena visita a los presos políticos, confinados en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Nuevo Chipote», los familiares de los reos de conciencia denunciaron que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ordenaron a los carceleros arrancar las etiquetas informativas de los pocos productos que les permiten ingresar en la paquetería.
Esta acción de la dictadura es para evitar que los presos políticos tengan acceso a cualquier material escrito. Los parientes de los reos de conciencia han solicitado en reiteradas ocasiones que les permitan el ingreso de material de lectura como una Biblia, libros o revistas, pero todas estas demandas no han sido escuchadas por Ortega y Murillo.
Noticia relacionada: Convocan a «cadena de oración» por la libertad de los presos políticos
«Se mantiene la política de no ingreso de material de lectura y escritura, llegando al extremo, en algunos casos, de quitar las etiquetas de los alimentos para que no puedan leer absolutamente nada. Demandamos el ingreso de material de lectura y escritura, para nuestros familiares, tal como está consignado en las Reglas Mandela y las leyes nacionales e internacionales. Así mismo, demandamos se les conceda una Biblia o cualquier libro sagrado de acuerdo a sus prácticas religiosas», señala el comunicado de los familiares de presos leído por César Dubois, esposo de la presa política y presidenta de la Unión Democrática Renovadora (Unamos), Suyen Barahona.
Demandan atención médica urgente
Los familiares señalan que se mantiene la falta de atención médica especializada que permita diagnósticos claros y tratamientos requeridos para todos los presos políticos, pero con mayor preocupación en los casos de Pedro Vásquez, Miguel Mendoza, Marco Fletes, Irving Larios y Juan Lorenzo Holmann.
Subrayan que la negativa del régimen hace «que se desarrollen nuevas enfermedades y pone en riesgo sus vidas. Demandamos acceso a atención médica especializada y oportuna, tanto para nuestros familiares en el Chipote, como para aquellos que se encuentran en arresto domiciliar».
«Muchos de los problemas de salud que están desarrollando están asociados a las condiciones precarias en las que les mantienen, como las planchas de concreto en que duermen, falta de almohadas y frazadas, goteras e inundaciones en las celdas, poca frecuencia en el cambio de uniformes y mascarillas, no entrega de materiales de higiene personal y limpieza de las celdas, entre otros. Demandamos cambio de colchonetas, entrega de frazadas y que se brinden condiciones de salubridad dignas», destacó Dubois.
Exigen alimentación balanceada
Después que denunciaron la situación real del estado físico de los presos políticos, con la divulgación de algunos retratos hablados, se logró que la dictadura les aumentara las raciones de alimentos. Demandan que se mantenga de forma permanente este aumento en las cantidades, incluyendo «alimentos altos en proteína y no solo carbohidratos, que permita una dieta balanceada. Además, que se permita la entrega de paquetería semanalmente y que los presos políticos puedan manejar de manera autónoma en sus celdas, como sucede en las cárceles del Sistema Penitenciario.
«En cuanto a la paquetería, a algunos se les rechazó el ingreso de los escasos alimentos que otras veces nos han aceptado y a quienes sí se les aceptó, no tenemos la certeza de que nuestros familiares los hayan recibido. Todo esto, además de violentar la ley, así como las convenciones internacionales de derechos humanos y las Reglas Nelson Mandela, busca crear zozobra y ansiedad en los familiares y en las personas presas políticas», subraya el comunicado.
Reiteraron sus demandas que los presos políticos puedan comunicarse y recibir la visita de sus hijos e hijas pequeñas, entrega de cartas, llamadas telefónicas o por video. Ese derecho ha sido negado por la dictadura desde que los opositores están detenidos, la mayoría desde hace más de un año.