Luego de siete años de la masacre de las Jagüitas perpetrado por agentes de la Policía contra tres miembros de la familia Reyes Ramírez, quienes fueron abatidos a disparos cuando regresaban de un culto evangélico, la institución represiva reintegróa sus filas a los uniformados gatilleros. Actualmente ocho de los policías acusados se encuentran activos dentro de las “fuerzas del orden”.
Según los registros oficiales, el mayor responsable de la masacre fue el jefe del operativo, el entonces capitán Zacarías Salgado, quien tenía una condena que finalizaría en 2026. Sin embargo, fue condecorado y promovido por el presidente Daniel Ortega en 2018. En total fueron 14 los oficiales procesados, de los cuales nueve fueron acusados y condenados, ocho de ellos están activos en la institución, uno en la vida civil, pese a que la sentencia estableció penas de cárcel que oscilaron entre dos y 11 años.
Noticia relacionada: Impunidad prevalece en el crimen de Mario Martínez, joven asesinado en la «Operación Limpieza»
Además, el oficial Óscar José Vargas Rugama, quien era teniente en 2015, fue nombrado el mismo día como capitán. Su condena acabó hasta en 2021. Junto con ellos fueron ascendidos también: Jairo Antonio Aguilar Hernández y Johny Henry Palacio Jiménez a capitán; Noel Antonio Altamirano a suboficial mayor; y Henry Cruz a inspector.
El 11 de julio de 2015, fueron asesinados Katherine Ramírez, Aura Reyes y Efraín Ramírez. Todos venían de un culto evangélico en el sector de Villa Libertad, y para acortar el camino hacia su vivienda, en el barrio Augusto César Sandino, Milton tomó un atajo por el sector de las Cuatro Esquinas. Ellos viajaban en un vehículo Toyota Corolla, color blanco.
En ese entonces, el camino era de tierra, estrecho y oscuro, lo que dificultó la visibilidad de los viajeros. en el carro venían Yelka Nohemi; Milton Ezequiel Reyes Ramírez; de cuatro años; Axel Antonio Reyes Ramírez, de 14 años; y Miriam Natasha Guzmán Ramírez, de cinco años, los últimos dos menores resultaron heridos de bala.
Noticia relacionada: Madres de Abril exigen justicia por el asesinato contra Jasson Potoy, crimen atribuido a paramilitares
La masacre fue presentada de manera oficial como «un error», de acuerdo al expediente judicial del caso. Según la versión de la institución, la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional recibió la información de que en el sector de las Cuatro Esquinas «pasaría un importante cargamento de droga, para lo cual los delincuentes usarían un vehículo liviano, color blanco, y una motocicleta, como avanzada».
«Estando aquí todos los antimotines y los policías, les pedí auxilio y ni uno me auxilió. Hasta la hora que ellos quisieron, (cuando) ya estaba sacando los cuerpos. Hasta el momento que ellos quisieron fue que se llevaron a las personas al hospital», testificó una de las víctimas.
El caso fue particular y desató la furia en la opinión pública no solo por la violencia contra la familia, sino porque los oficiales armados bloquearon a los vecinos que intentaron socorrer a las víctimas de la masacre.