La opositora, abogada y miembro de la Alianza Cívica, María Asunción Moreno, cumple un año en el exilio después que su nombre figuraba como una posible aspirante a la Presidencia de Nicaragua y arrebatarle a Daniel Ortega la jefatura de Estado.
Las intensiones de Moreno se conocieron en medio de la intensa cacería de opositores que Ortega emprendió desde junio de 2021, cuando ordenó la captura de los principales liderazgos de las diversas agrupaciones políticas del país. La académica tuvo que salir al exilio.
El 10 de julio 2021 la Alianza Cívica informó que Moreno sería propuesta como precandidata presidencial de la Alianza Ciudadanos por la Libertad. Desde ese día inició la persecución en su contra.
«Ante el acoso, la persecución y la amenaza de mi encarcelamiento por parte de la dictadura Ortega Murillo, he decidido salir del país, creo que desde el duro exilio, podré aportar más que desde el aislamiento e incomunicación, al que son sometidos nuestros presos/as políticos/as», informó Moreno en Twitter el 25 de julio de 2021.
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A esa fecha, Moreno había recibido una citatoria para acudir al Ministerio Público a declarar, incluso tenían orden de «conducción forzosa». Horas después de esa cita, la Policía del régimen Ortega-Murillo allanó su vivienda, pero ella ya no se encontraba ahí.
Las autoridades policiales, fieles a la dictadura, ocuparon un vehículo con la circulación y licencia de conducir. En agosto del año pasado, cuando Moreno estaba en el exilio, la Policía pidió levantar el sigilo bancario y congelar las cuentas de la opositora. La justificación de la Policía es que, en ese entonces, realizaban «diligencias de investigación» por los supuestos delitos de lavado de dinero, bienes y activos, provocación, proposición y conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional en perjuicio del Estado de Nicaragua.
La precandidata presidencial fue llamada como «testigo» y, según un oficio judicial, pasó en carácter de «investigada» por los mismos delitos que le imputan a los presos políticos Cristiana Chamorro y Juan Sebastián Chamorro, exdirectores de las organizaciones que eran investigadas por el régimen Ortega-Murillo: Funides y la Fundación Violeta Barrios.
«Un año más tarde, seguimos viendo detenciones ilegales y miles de nicaragüenses forzados al exilio. Sin embargo, la lucha por la libertad de #Nicaragua sigue viva, basta ver el coraje y dignidad de los PP (presos políticos) ante sus verdugos», escribió Moreno este día en su cuenta de Twitter.
Al anunciar a Moreno como posible candidata a la Presidencia, Ortega ya había apresado a los siete precandidatos que habían expresado sus intensiones de participar en las votaciones generales de 2021. El proceso electoral fue señalado de ilegítimo por más de 40 países y recibió el rechazo de la comunidad internacional.
«No hemos podido “parar las detenciones ilegales”, pero nuestra lucha está fortalecida con el liderazgo que sigue resistiendo en las cárceles y que no ha podido doblegar #OrtegaMurillo a pesar del trato cruel e inhumano que sufren los PP (presos políticos) en Nicaragua», aseguró.