La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, anunció a través de sus medios de propaganda, la pronta apertura de un centro para atender a niños, adolescentes y jóvenes en Granada.
El anuncio llega tras la cancelación de la personalidad jurídica de la Asociación Hermanas Misioneras de la Caridad, orden creada por Madre Teresa de Calcuta, y la posterior expulsión a misioneras que estaban al frente de centros donde atendían a ancianos y a personas de escasos recursos.
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Sin especificar fecha, hora, lugar ni nombre del nuevo centro, Murillo se limitó a decir que «en Granada estamos por anunciar la apertura de este nuevo centro donde se trabajará para servir a los niños, para servir a los jóvenes y adolescentes y para seguir atendiendo en valores e ideales desde nuestra cultura de familia y de comunidad, de hermandad solidaria y cristiana».
«Este es un proyecto cristiano, socialista y solidario, y todo lo que hacemos, lo hacemos en el nombre de Cristo Jesús», mencionó al vicedictadora, haciendo relucir su «fe religiosa», destacó.
También anunció que próximamente se estará inaugurando el hogar temporal Hermana Maura Clarke en el residencial Satélite de Asososca, en Managua. «Y vamos a estar inaugurando también un CDI para 150 niños que el Ministerio de la Familia va a presentar ante nuestro pueblo en los próximos días», dijo.
La Asociación Misioneras de la Caridad fue creada el 16 de agosto de 1988 durante el primer régimen sandinista (1979-1990), y su apertura se dio luego de una visita a Nicaragua de la Madre Teresa de Calcuta, en la que se reunió con Ortega, quien era también el presidente de entonces.
Las religiosas de la Orden Madre Teresa de Calcuta administran el Hogar Inmaculado Corazón de María en la ciudad de Granada en el que albergan a adolescentes abandonados o víctimas de abusos, a quienes les brindan ayuda psicológica y educación integral.
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En su alocución de este siete de julio, la primera dama despotricó contra el gobierno de Estados Unidos, la oposición nicaragüense y la Iglesia católica, la que ha sido asediada y perseguida desde el 2018 hasta la fecha.
Además dijo que celebrará los cuatro años (2018) de la masacre ocurrida el ocho de julio en Jinotepe, Carazo, en el denominado «Plan limpieza» que dejó varios muertos y donde se atacó a sacerdotes que llegaron a la iglesia de Diriamba a tratar de apoyar a líderes religiosos que estaban siendo asediados por turbas orteguistas.