Organizaciones opositoras de Nicaragua aseguran que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo consolidó «el modelo de partido único» en el país, tras la toma arbitraria de cinco alcaldías opositoras del ilegalizado partido Ciudadanos por la Libertad (CxL).
El asalto a los gobiernos municipales fue ordenado por el régimen de Nicaragua y ejecutado por efectivos policiales, acompañados por otros operadores políticos como secretarios políticos, alcaldes oficialistas y paramilitares, quienes se tomaron por la fuerza las comunas de Santa María de Pantasma, San Sebastián de Yalí y El Cuá, en Jinotega; Murra, en Nueva Segovia; y El Almendro, en Río San Juan.
En un comunicado firmado por 14 entidades, las agrupaciones políticas señalan que la administración de Ortega «sepultó la autonomía municipal irrespetando la decisión popular de la población», al despojar a los dirigentes opositores de sus cargos.
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«Daniel Ortega dio un golpe de facto mediante el uso de la violencia a la autonomía municipal en zonas históricamente opositoras a su régimen e irrespeto totalmente al voto soberano de la ciudadanía», resaltan.
Asimismo, denuncian que el régimen «dio otro golpe a la democracia con lujo de violencias, con policías armados que desalojaron a estos cinco gobiernos locales».
Los organismos de oposición destacan que el régimen de Ortega-Murillo al asaltar las alcaldías opositoras violó la Ley 40, Ley de Municipios, debido a que la administración orteguista «sin cumplir el proceso establecido en dicha ley y con el argumento de que el partido político que representa su alcalde no tiene personería jurídica, violenta la autonomía de estos municipios que habían elegido a sus representantes mediante el voto ciudadano».
«La toma de estas alcaldías no solo destruye por completo la autonomía municipal en Nicaragua, sino que es otro atropello a la democracia. De hecho, las alcaldías destituidas enfrentaban serias limitaciones por la reducción de las transferencias municipales como castigo impuesto a las sedes opositoras, saqueo de oficinas y hostigamiento policial», indican.
«Con el actuar del régimen ilegítimo se observa que el totalitarismo es el camino que han emprendido para consolidar el modelo de partido único, en este caso el rojo y negro sandinista FSLN. como en Cuba, China y Corea del Norte», agregan.
Además, las organizaciones políticas sostienen que esta nueva arremetida de la dictadura «son un reflejo de que las próximas elecciones municipales carecerán por completo de la participación del pueblo, porque el régimen Ortega Murillo ensombrece el panorama del proceso electoral de noviembre y apunta nuevamente a eliminar todo vestigio de oposición real».