Los pobladores de la Costa Caribe de Nicaragua se enfrentaron a finales de 2020 a la fuerza de los huracanes Eta e Iota. Muchas familias perdieron todo y aún se recuperan del impacto de los fenómenos naturales que azotaron con intensas lluvias la zona. Los caribeños ahora se preparan para mitigar los daños que podría causar un tormenta tropical o huracán categoría uno que tocaría tierra los próximos días.
Una pobladora de la zona, que prefirió omitir su nombre, dijo a Artículo 66 que las personas del Bluff, las que viven más cerca de la costa, se están trasladando al centro del puerto. En las comunidades Ramaki y Karawala se está haciendo lo mismo.
La pobladora manifestó que los comunitarios que se vieron afectados en 2020 han tratado de recuperarse. Según reportes de la Cruz Roja de Bluefields, unas 160 casas sufrieron inundaciones por las lluvias que se registraron en los primeros 15 días de junio y los puntos críticos superan los 10, de acuerdo con declaraciones del cruzrojista Julio Martínez a Radio La Costeñísima.
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«La gente está desesperada. Incluso mi familia y algunos (adultos) mayores han tenido problemas respiratorios, de los nervios. No ha pasado mucho tiempo de las pérdidas (de los huracanes Iota y Eta). Algunos al escuchar las noticias se han sofocado y han presentado problemas de la presión», dijo una pobladora de Bilwi a Artículo 66 en condición de anonimato.
La pobladora de Bluefields manifestó que el Barrio Central ha presentado inundaciones con 15 minutos de lluvia y los daños se han presentado desde inicios de junio. «Ahora imaginate con una tormenta o un huracán que son horas de lluvia. A inicios de junio eran cuatro o cinco horas de lluvia y se inundaron los barrios Fátima, San Pedro, Pancasán, 19 de Julio, San Mateo y Loma Fresca», detalló.

«En cuanto a la preparación para mitigar los impactos de las lluvias, unos lo están haciendo y otros están a la espera de ver si es un huracán, revelaron las fuentes. «La gente lo que hace es amarar sus casas, guardar sus papeles y cosas importantes en bolsas plásticas. También ver dónde se van a resguardar porque los albergues no tienen espacio para todas las personas», dijo.
«A veces en su mayoría se quedan en sus casas, van donde algún vecino o familiar, pero todo Bilwi está bajo bastante presión por toda la situación. Después de las dos experiencias (de los huracanes) la gente no confía», alertó.
Indicó que el Gobierno está haciendo los preparativos para los refugios y albergues, pero el problema es que, aunque hayan lluvias fuertes e inundaciones, algunos pobladores no salieron de sus casas. «Esperaron que parara de llover para sacar el agua de sus casas», lamentó.
La población que habita en los barrios donde históricamente se inunda en esta temporada siguen habitando la zona y construyendo en áreas no aptas para habitar. La Alcaldía de Bluefields, el pasado 15 de junio, identificó unos siete puntos críticos tras los aguaceros.
«En esta época la gente de esos barrios debe estar triste porque ya están avisados que viene un fenómeno natural que le va a inundar su vivienda. No ha pasado ni un mes de la última onda tropical donde perdieron todo y ahora otro evento. No han recuperado nada de lo que perdieron», dijo la pobladora de Bluefields.
La vocera del régimen de Nicaragua, Rosario Murillo, reiteró este martes que permanecen en «alerta» ante un evento ciclónico, que de momento se prevé entre a territorio nacional. La portavoz aseguró que su administración se encuentra trabajando en los planes de mitigación y evacuación ante la llegada de este fenómeno natural a las costas del Caribe del país.
Murillo informó que aún no está definida la zona en específico donde impactará el fenómeno natural, que se prevé que toque suelo nicaragüense como un huracán categoría uno o dos. Ya se habilitaron 345 casas albergues para resguardar a la población que saldría afectada por las intensas lluvias.