El niño de iniciales K.A.G.G, de 5 años, falleció ahogado luego de ser arrastrado por las fuertes corrientes del río Santa Rosa, en Jalapa, Nueva Segovia. El pequeño se convierte en una víctima más de las fuertes lluvias que han azotado el país, ya que producto de las precipitaciones los ríos se crecen y dificultan la movilidad entre las comunidades.
Según medios locales, el suceso ocurrió la noche del 13 de junio cuando el menor viajaba junto a sus padres Henry González Martínez y María Elsa Gutiérrez en una motocicleta, de la comunidad El Escambray hacia El Pataste.
Detallaron que la familia al llegar a la zona de Las Brisas, en una rampa tipo puente intentaron cruzar el río, sin embargo fueron arrastrados por el caudal y trágicamente, el pequeño se les soltó y cayó en la agua.
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El cuerpo fue rescatado horas después, a unos dos kilómetros río abajo en la comunidad de Santa Rosa. El Ministerio de Salud (Minsa) comunicó a sus padres que la causa de muerte fue por ahogamiento por sumersión.
Actualmente, el río que conecta las comunidades Santa Rosa y Las Brisas, se encuentra crecido debido a las constantes lluvias que han azotado al país, lo que dificulta la movilización entre las zonas aledañas y pone en riesgo la vida de los ciudadanos. Muchos se arriesgan y no esperan a que las corrientes disminuyan.
Tras el muerte del pequeño, los pobladores de la zona demandan al Gobierno de Daniel Ortega la construcción de un puente sobre el río, para evitar que las fuertes corrientes en invierno cobre la vida de más personas.
«Es triste. Pero así nos trasladamos muchos. Yo camino en moto con mi hijo por necesidad, no por hacerle daño a nadie. Y muchas veces nos agarran las tormentas en el camino. Igual, tenemos que seguir para llegar a la casa. No se puede quedar uno en medio de la carretera esperando que pase la lluvia», lamentó Martha Vargas, habitante de la zona.
Las últimas lluvias en Nicaragua han dejado al menos 148 municipios afectados por inundaciones, tres personas fallecidas por impacto de rayo y alrededor de diez personas muertas por sumersión, tras ser arrastradas por las fuertes corrientes de los ríos.