El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo metropolitano de la Arquidiócesis de Managua, expresó que la Iglesia siempre ha vivido «situaciones especiales» al ser consultado por Artículo 66 por la persecución, asedio y hostigamiento que ha impuesto la dictadura de Nicaragua contra el sacerdote Harving Padilla y el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez.
«Siempre vivimos situaciones especiales la Iglesia. Siempre en todos los países ha habido situaciones muy especiales y nuestra respuesta (ha sido) la oración. Las decisiones que se tomen desde instituciones nosotros las respetamos», dijo Brenes al finalizar la misa dominical en Catedral de Managua.
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Sobre el cierre del Canal 51, Canal Católico propiedad de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), el arzobispo Brenes aseguró que «no podemos estar de acuerdo, pero nuestra fuerza es la oración y sabemos que la palabra de Dios siempre llega aunque haya situaciones adversas, siempre el Señor sabe cómo llegar y ser el consuelo para toda la gente».
«Nosotros seguimos acompañando al padre Harving (Padilla) como párroco en oración. Seguimos acompañando a monseñor Rolando (Álvarez). Hagamos todo un ejército rezando el santo rosario porque la oración es nuestra fuerza. La Iglesia no es una institución de confrontación; sino que es una institución de diálogo buscando y trabajando siempre por el bien común de las personas», afirmó.
Al ser consultado sobre la posibilidad del encarcelamiento de los sacerdotes que están bajo asedio policial el purpurado escuetamente dijo: «esperamos que eso no suceda nunca.
La persecución contra los sacerdotes
El padre Harving Padilla y el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, que está en ayuno y oración indefinido en la Iglesia Santo Cristo de Las Colinas en Managua, viven un asedio permanente por parte de la Policía.
Las parroquias San Juan Bautista de Masaya y Santo Cristo de Esquipulas en Managua están sitiadas por un fuerte dispositivo de oficiales de la Policía y no han permitido el ingreso de los fieles a misa.
En su arremetida contra la Iglesia católica, el régimen orientó sacar de las cableras del país al Canal 51, Canal Católico, propiedad de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y que es administrado por monseñor Álvarez.