Arturo McFields, exembajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), señaló que la administración de Daniel Ortega «ha sufrido una demoledora derrota moral y política» ante el organismo continental, que mostró su condena unánime por la expropiación del régimen la sede diplomática en Managua.
El exfuncionario, a través de un video en Twitter, indicó que los Estados miembros de la entidad internacional «se alzaron en una sola voz señalando que no se puede defender lo indefendible. El asalto a la sede de la OEA ha sido repudiada categóricamente, sobre todo se ha cuestionado esta acción porque es la primera vez que un país se atreve a hacer este tipo de acciones delincuenciales».
Este miércoles, 27 de abril, en sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, las delegaciones denunciaron que el régimen de Ortega «llegó al extremo, no hay límites en el país», pues no respetaron la «santidad diplomática» de la sede al apoderarse de las oficinas.
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Arturo Mcfields resaltó que el gobierno de Ortega-Murillo con la confiscación de facto de las instalaciones, documentos y bienes de la sede de la OEA ha violado el derecho internacional, el derecho interamericano y la Constitución Política de Nicaragua.
«Número uno se ha violentado el protocolo de la Convención de Viena, se ha violentado los acuerdos bilaterales suscrito por Nicaragua y la OEA. (…) La confiscación de los bienes es algo que en Nicaragua no existe y no debería existir porque está prohibido por el artículo 44 de la Constitución, es decir, la dictadura ha violado (…) la carta magna, el documento de mayor relevancia jurídica en nuestro país», señaló.
El también periodista subrayó que en 1989, el canciller de ese año, Miguel d’Escoto, firmó el «Acuerdo de Privilegios e Inmunidades» del organismo; «ratificando que ellos protegerían las sedes diplomáticas. Las sedes diplomáticas es algo inviolable y Nicaragua lo ratificó en diversos documentos y acuerdos internacionales».
Destacó, que el «mundo está observando y no solamente está observando indiferente, ha condenado las acciones unilaterales ilegales arbitrarias y sobre todo desesperadas de la dictadura».
«Nicaragua volverá a ser República, hay esperanza. No estamos solos en esta lucha; por una Nicaragua mejor», concluyó Arturo McFields.
