El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) denunció que oficiales de la Policía orteguista trasladaron al exdiplomático Edgard Parrales de su casa, donde está bajo arresto domiciliario, al Complejo Policial Evaristo Vásquez, mejor conocido como «El Nuevo Chipote» para continuar con el «juicio político» en contra del opositor.
«Hoy a las 6:00 a.m. la Policía sacó de su casa donde cumple régimen de arresto domiciliar al doctor Edgard Parrales, supuestamente fue trasladado al Chipote donde se presume le están realizando el juicio», detalló el organismo en su cuenta de Twitter.
El régimen de Daniel Ortega continúa violando las leyes de Nicaragua y los derechos de los reos de conciencia. Según el Código Procesal Penal, las audiencias deben efectuarse en los tribunales de justicia correspondientes, no en la cárcel; a como se han realizado más de 30 procesos en contra de los opositores encarcelados entre mayo y noviembre de 2021.
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«¿Por qué la juez quinto decidió realizar el juicio en el Chipote y no el Complejo Judicial donde se han hecho las audiencias anteriores?», cuestionó el Cenidh, en alusión al proceso judicial de Parrales.
El exsacerdote es el reo político con mayor edad. Pasó 94 días encarcelado en «El Nuevo Chipote» bajo tratos inhumanos, mala alimentación y torturas. Parrales fue detenido el 22 de noviembre de 2021 en las afueras de su vivienda, por civiles que se movilizaban en un vehículo Corolla azul oscuro, placa de Managua M 240-706.
La Fiscalía lo acusa de «propagar noticias falsas» y de «atentar contra el Estado de Nicaragua»; Parrales está siendo procesado bajo la Ley 1042, Ley Especial de Ciberdelitos y la Ley 1055, Ley de Soberanía. La justicia de Ortega aún no emite fallo de culpabilidad.
Las presuntas pruebas contra el opositor, según la acusación de la Fiscalía, a la que tuvo acceso Artículo 66, son una serie de entrevistas a medios de comunicación independientes que brindó el reo de conciencia entre 2019 y 2021.
Tras el fallecimiento del general en retiro Hugo Torres, la dictadura envió a su casa a Edgard Parrales, al exdiplomático Mauricio Díaz, al excanciller Francisco Aguirre Sacasa; el aspirante presidencial Arturo Cruz; y al opositor José Pallais.
Los cinco rehenes de Ortega permanecen bajo una fuerte vigilancia policial en sus viviendas; mientras tanto la dictadura aún tiene a más de 170 reos políticos en condiciones inhumanas.