El exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McFields, pidió a los 15 estados miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom) que se pronuncien a favor de la liberación de los presos políticos del régimen orteguista.
«Como afrodescendiente desafío hoy a mis hermanos y hermanas de los países del Caricom a que se pronuncien a una sola voz sobre la liberación de TODOS los presos políticos de Nicaragua. El silencio nos hace cómplices», refirió el exdiplomático por medio de una publicación en su cuenta de Twitter.
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El 23 de marzo, McFields decidió denunciar ante el Consejo Permanente de la OEA las violaciones a los derechos humanos cometidos por la dictadura al mismo tiempo que demandó la libertad de los rehenes.
Reveló que él propuso, en una reunión con miembros de la Cancillería de Nicaragua, que liberaran a 20 presos políticos con padecimientos de salud como «algo humanitario y políticamente inteligente, ya que nadie debe morir en la cárcel siendo inocente o por falta de condiciones de salubridad mínimas o inexistentes. Nadie me hizo caso».
«En ese momento se me dijo “no vamos ni a tomar nota de ese comentario porque podrías perder tu empleo y a la derecha entre más se le da más quiere”. En el gobierno nadie escucha y nadie habla. Lo intenté varias veces, durante varios meses, pero todas las puertas se me cerraron», añadió el entonces embajador.
Actualmente, en el país hay 177 personas políticas. Los reos de mayor edad presentan diversos problemas de salud, necesitan atención médica; incluso algunos requieren una alimentación especial por las complicaciones en su estado físico y afecciones intestinales.
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El régimen ha detenido a unos 20 adultos mayores y carga con la muerte del exgeneral Hugo Torres, exguerrillero sandinista de 73 años que falleció tras ocho meses de cautiverio en la cárcel «El Chipote», en Managua.
Tras la muerte de Torres y ante la grave condición de salud de varios presos políticos, la autoridad judicial otorgó la noche del viernes, 18 de febrero, «casa por cárcel» a Arturo Cruz, de 68 años, Francisco Aguirre Sacasa, de 77 años, y José Pallais, de 68 años. Posteriormente, los exdiplomáticos Edgard Parrales y Mauricio Díaz también fueron enviados a sus hogares bajo arresto domiciliario.
Las personas encarceladas en «El Nuevo Chipote» y otros penales están expuestas a malos tratos o torturas, denuncian familiares y organizaciones humanitarias naciones e internacionales. Informes confirman que los opositores encarcelados en el contexto electoral son sometidos a constantes interrogatorios, aislamiento, mala alimentación, incomunicación, que les ha provocado adelgazamiento, desmayos, pérdida de memoria y de piezas dentales, trastornos del movimientos, ansiedad y otras afecciones.