El subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian Nichols, criticó que Daniel Ortega «autoexcluya» a Nicaragua del acuerdo comercial que mantiene su país con Centroamérica y República Dominicana (conocido como DR CAFTA, por sus siglas en inglés).
El funcionario de la administración Biden señala que las acciones del régimen de violar los derechos humanos, la democracia y el Estado de Derecho afectarán las decisiones de los inversionistas sobre dónde poner su dinero.
«Nicaragua está, en la práctica, autoexcluyéndose del acuerdo, al no respetar los principios de democracia, derechos humanos y Estado de Derecho que los inversionistas encuentran cruciales al decidir dónde hacer sus actividades económicas», apuntó Nichols en un evento de Diálogo Interamericano.
Estados Unidos es el principal socio comercial de Nicaragua, tiene un superávit comercial con Washington de 2 mil 139 millones en 2020, lo que representa el 17% del Producto Interno Bruto (PIB). «Nicaragua vende más de lo que compra a EE. UU., creando empleos y crecimiento económico para Nicaragua», escribió en su cuenta de Twitter la sede diplomática en Managua recientemente.
Respaldo a Rusia afectaría el Cafta
A inicios de marzo, el senador Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, aseguró que su país reconsiderará el Tratado de Libre Comercio (DR CAFTA) que mantienen con países como Nicaragua, Venezuela y El Salvador tras el alineamiento de estos tres países con Rusia y la invasión militar a Ucrania.
Menéndez explicó que no solo se limitarán a revisar los tratados comerciales, sino que también van a evaluar la política en general de Estados Unidos con los gobiernos que han expresado su respaldo al presidente ruso Vladimir Putin. El dictador nicaragüense, Daniel Ortega, ha mostrado públicamente su apoyo a las decisiones del Kremlin.
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«Esos fueron tratados no solo basados en carácter comercial, pero también con referencia de un respeto de valores puntuales; esos valores obviamente no existen en Nicaragua. Están en gran riesgo en El Salvador, así que vamos a tener que reconsiderar eso y la política nuestra en general hacia estos países», afirmó Menéndez.
La eliminación del CAFTA afectaría las exportaciones, el empleo, la actividad económica, la recaudación de impuestos y las cotizaciones al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, explicaron economistas independientes. También implicaría la caída de las exportaciones del sector textil que rondan entre los 1 mil 300 y 1 mil 500 millones de dólares anuales.
Expertos han señalado que la principal consecuencia de la salida de Nicaragua de CAFTA no es dejar de vender a Estados Unidos, sino que las empresas tendrán un mayor costo para exportar sus productos al mercado norteamericano.
EE. UU. presionará por el retorno de la democracia
Nichols también demandó la libertad de las personas presas políticas. Aseguró que Estados Unidos continuará presionando para que Nicaragua regrese a ser un Estado donde reine la democracia.
Destacó que su país, junto a socios y organizaciones internacionales han promovido una serie de resoluciones en respaldo al pueblo de Nicaragua y condena a las acciones de la dictadura Ortega-Murillo.
«Haciendo cosas como liberar inmediatamente a los prisioneros políticos, permitir un espacio abierto para el diálogo, pueden regresar al sistema internacional y encontrar el camino para elecciones libres, justas y transparentes en ese país. Espero que tomen en cuenta la petición del hemisferio entero», dijo.