El embajador de Estados Unidos en Nicaragua, Kevin K. Sullivan, destacó la labor del gobierno de Joe Biden para apoyar a los damnificados nicaragüenses de los huracanes Eta e Iota, fenómenos que impactaron el país a finales de 2020. Los dos ciclones dejaron más de 20 fallecidos en el país, miles de desplazados, destrucción de viviendas, puentes, carreteras y cultivos. Las pérdidas, según el Ministerio de Hacienda, rondaron los 738.6 millones de dólares.
Mediante un tuit, el diplomático afirmó que «la asistencia del gobierno de Estados Unidos para los huracanes Eta e Iota le ha llegado a más de 100 mil personas en Jinotega y la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN). Esta semana vi cómo nuestros programas de nutrición y salud les ayudaron a sobrevivir», destacó el representante del país norteamericano en Managua.
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Añadió que «Estados Unidos está comprometido a apoyar a las comunidades de Nicaragua». El país norteamericano habría distribuido un total de seis millones seiscientos mil dólares para garantizar la subsistencia de parte de los afectados, según la información brindada por el propio Sullivan.
En un vídeo divulgado a través de su cuenta oficial de Twitter, el diplomático norteamericano aseguró en 2021 que había viajado a Bilwi, Matagalpa y Jinotega, donde la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) se encontraba apoyando para reconstruir esas regiones, luego de haber sufrido graves inundaciones y deslizamientos provocados por Eta e Iota, que también provocó la pérdida de sus instrumentos de trabajo.
«El Gobierno de Estados Unidos a través de la USAID destinó 6.6 millones se dólares para ayudar a las poblaciones más vulnerables de las regiones de Costa Caribe Norte, Jinotega, Nueva Segovia y Matagalpa, a través la Agencia de Naciones Unidas para Infancia (UNICEF) y sus socios, ONG internacionales y locales, hemos podido brindar apoyo de emergencia en agua, saneamiento e higiene», dijo el representante estadounidense.
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También desarrollaron actividades de protección infantil y prevención de la violencia con la participación de 33 mil personas. Asimismo, 40 mil mujeres y niños que se beneficiaron de programas contra la desnutrición, que aún se mantienen en las comunidades. Estados Unidos también distribuyó 50 mil kit de higiene en las regiones donde desarrollaron los proyectos de asistencia, además trabajaron en la recuperación y restablecimiento de pozos para agua potable.
Nicaragua fue fuertemente golpeada por ambos huracanes sumado a la crisis política, económica y la situación por la pandemia del COVID-19. Primero fue el golpe del huracán Eta. De categoría 4 y con vientos de 240 km/h, tocó tierra en Nicaragua el 4 de noviembre y se desplazó por Honduras y el noreste de Guatemala.
Después llegó Iota, el huracán más poderoso de la temporada (alcanzó la categoría 5 y hasta 260 km/h) que golpeó nuevamente al país cuando apenas intentaba recuperarse del primer desastre.