En febrero de 2021 se conoció del cierre de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), dedicada a la protección y promoción de la libertad de prensa y de expresión en Nicaragua. La periodista Cristiana Chamorro era la presidenta de dicha organización y tras anunciar su salida de la FVBCH mostró sus aspiraciones presidenciales.
Iniciaba el 2021, un año electoral que no dejaba ver con certeza el rumbo del país que vive bajo un dictadura de mano de hierro que dirige Daniel Ortega con Rosario Murillo. El nombre de Chamorro ya sonaba en los medios de comunicación y se ubicaba como la «favorita» para derrotar al dictador en las urnas.
Noticia relacionada: Cenidh señala «venganza política» en caso contra los hermanos Chamorro
Su apellido ha estado ligado a la historia de la democracia en el país. Su mamá, Violeta Barrios de Chamorro, fue presidenta de Nicaragua (1990-1997) conocida como “la dama de la democracia”, acabó con la guerra e instaló la paz; su papá fue Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, el director mártir del diario La Prensa, el más longevo del país. Chamorro Cardenal fue asesinado en 1978.
El «Sí a Nicaragua» de Cristiana le costó el allanamiento de su domicilio que fue convertido en su cárcel, le levantaron el sigilo bancario, congelaron cuentas y llevó a la cárcel a tres de sus extrabajadores de confianza en la FVBCH y a su hermano Pedro Joaquín Chamorro Barrios. El juicio político está programado para este tres de marzo, nueve meses de su detención.
Claudia Chamorro Barrios, hermana de Cristiana, explicó en su momento que «el hombre (Daniel Ortega) está cagado porque Cristiana ha subido como la espuma. Sola. (Cristiana) no ha aparecido con el tropel de gente ni con el montón de paramilitares que camina Ortega. Solo ella, vestida de azul y blanco y claro, detrás de ella está la sombra de mi mamá y mi papá que nos protege». «Rosario y Daniel que conocieron bien a mi mamá, nos conocieron bien a todos, están muertos de miedo», añadió.
Cristiana Chamorro, junto a su hermano Pedro Joaquín; los trabajadores de la Fundación Pedro Vásquez, Marco Fletes y Walter Gómez enfrentan una acusación por gestión abusiva, falsedad ideológica, apropiación y retención indebida y lavado de dinero, bienes y activos. El proceso también incluye a otros cuatro funcionario de la FVBCH en el exilio: Emma Marina López, Lourdes Arróliga, Ana Elisa Martínez y Guillermo Medrano, por lo cual serán juzgados en ausencia.
«Me parece que es una acusación macabra, parte de la monstruosidad que nos monta este régimen para impedir a ciudadanos a trabajar por Nicaragua y, en el fondo, para impedir a los nicaragüenses que podamos votar libremente el 7 de noviembre», dijo Chamorro Barrios el 20 de mayo de 2021, al salir de la sede del Ministerio de Gobernación, a donde fue citada por un presunto caso de lavado de dinero.
Noticia relacionada: Cristiana Chamorro Barrios le deja en claro a Daniel Ortega que «no claudicará»
La nueva ronda de cacería contra los opositores inició con la detención de Walter Gómez y Marco Fletes, ambos trabajadores administrativos de la Fundación. La noche del 28 de mayo, a pocos meses de las elecciones generales, la dictadura ordenó capturar a todos sus críticos y silenciar las voces disidentes, incluidos siete aspirantes presidenciales y líderes de la oposición.
«Seguiremos apoyando a Marco (Fletes) porque sabemos que es inocente. Él es un padre ejemplar de tres hijos y un buen esposo. Mi hermano tiene que estar libre porque lo único que hizo fue trabajar en la Fundación (Violeta Barrios de Chamorro), pero lo están tratando como un delincuente», señaló por su parte Pablo Fletes, hermano de Marco Fletes.
Chamorro fue detenida el dos de junio en su casa bajo arresto domiciliario; Pedro Vásquez, el chofer de Cristiana, fue apresado el 15 de junio, ha perdido 35 libras de peso y su familia ha calificado como un «calvario» el encierro.
«Solo por ser el conductor de confianza de Cristiana (Chamorro) está detenido, porque yo siempre he dicho que si lo echaron preso por tener dinero, pues él no tiene dinero. Esto es injusto», dijo la esposa de Vásquez a Artículo 66 en octubre pasado.
Lejos de buscar una salida pacífica a la crisis política que atraviesa Nicaragua, Daniel Ortega ha calificado de «delincuentes» a los nuevos presos políticos. En junio de 2021, tras la detención de Chamorro y compañía, Ortega aseguró que «no dará ni un paso atrás» y que «castigará con cárcel» a todo opositor que considere su enemigo. Lo está cumpliendo.