A través de una nota de prensa, el canciller de Costa Rica, Rodolfo Solano Quirós, expresó «la preocupación» que el país vecino del sur tiene referente a los juicios y condena contra los más de 40 presos políticos cautivos en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como «El Nuevo Chipote« » en Managua.
El diplomático señaló que la arremetida contra los rehenes del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo «constituyen un nuevo golpe a la institucionalidad en dicho país».
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Solano Quirós reiteró la demanda del gobierno tico para que se libere de inmediato a los presos políticos y que restituyan sus derechos plenos. «Costa Rica insta a Nicaragua, en línea con lo planteado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el 31 de enero 2022, a garantizar el debido proceso, el acceso a una defensa adecuada y a cesar todo hostigamiento en contra de todas las personas que han sido detenidas arbitrariamente».
«Una vez más, Costa Rica recuerda que el Estado de Nicaragua está llamado a cumplir con sus compromisos con el derecho internacional, con el marco jurídico regional y a cumplir con su obligación de proteger los derechos humanos de la población en general, y de los detenidos en particular», recalcó el diplomático.
Insistió también que existe «particular» preocupación por la situación de los opositores presos en las diferentes cárceles de Nicaragua, «especialmente de aquellas que se encuentran en un deteriorado estado de salud».
Cierre de universidades atenta contra la libertad de expresión
Por otra parte, Rodolfo Solano manifestó que el cierre de universidades y Organizaciones No Gubernamentales atenta gravemente contra el libre ejercicio de los derechos políticos y la libertad de expresión en Nicaragua.
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El delegado de Carlos Alvarado afirmó que Costa Rica respalda el reciente pronunciamiento del Consejo Nacional de Rectores de Costa Rica, «el cual ha planteado ante el Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA) su preocupación por el irrespeto y violación de la autonomía de las universidades nicaragüenses, así como la violencia y represión ejercida contra su movimiento estudiantil».
En cuanto a un futuro diálogo con el régimen Ortega y Murillo para solucionar la crisis que vive Nicaragua, Costa Rica insistió en que se deber generar las condiciones «para un serio y responsable diálogo estructurado, con la participación de la totalidad de los actores, y el acompañamiento decidido de la comunidad internacional, para lo cual es urgente que, como un primer paso, se permita el acceso a Nicaragua a los representantes de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos».
«Tal como lo ha expresado la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Nicaragua está llamada a cooperar plenamente con los mecanismos de derechos humanos pertinentes, lo cual no es el caso a la fecha», concluyó Solano Quirós.
Costa Rica se suma a la condena de la comunidad internacional por el recrudecimiento de la crisis que vive Nicaragua, tras juicios contra los más de 40 nuevos presos políticos cautivos en «El Nuevo Chipote». Desde el 2018, el país vecino alberga a miles de nicas que han buscado refugio político debido a la persecución desatada por la Policía y paramilitares orteguistas.