La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, afirmó que más del 80 por ciento de los nicaragüenses se han vacunado contra el COVID-19, pero no especificó si con una dosis o la pauta completa.
Según el informe que le pasan las autoridades Ministerio de Salud (Minsa) a la portavoz del régimen orteguista, más del 90 por ciento de las embarazadas, puérperas y lactantes han sido inoculadas contra el Sars-COV-2.
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Murillo también dijo que se ha aplicado el inoculante al 70 por ciento de la población de dos a 11 años, mientras que entre los adolescentes de 12 a 17 se han vacunado el 82 % y se contabiliza que el 81.89 por ciento de los jóvenes de 18 a 29 se han puesto la inyectable.
En cuanto a las personas mayor de 30 años —según la coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía— el 88 por ciento de ese sector de la población nicaragüense está inmunizada.
La vicedictadora elogió al sistema de salud del país y dijo que los hospitales públicos «cada día funcionan mejor, cada día hay mejores equipos, gracias a Dios». Además, anunció que «muy pronto» su régimen inaugurará un hospital en Chinandega.
La alocución de un poco más de 12 minutos, Murillo la utilizó para «regañar» a las instituciones gubernamentales porque, según ella, no enviaron informes «claros, precisos y concisos».
«Aquí todos los avances, todos los triunfos, todos los programas, todos los proyectos, todas las victorias, son del pueblo digno, honroso, libre, laborioso, trabajador de nuestra Nicaragua bendita», enfatizó.
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La esposa del dictador Daniel Ortega concluyó anunciando que el próximo fin de semana «será largo» por la celebración del Día del amor y la amistad. «Cuánta celebración por ese sentimiento —de amor— cristiano por excelencia, porque el que odia no puede ser cristiano. Cristo nos dejó el legado de amarnos los unos a los otros y hay que cumplirlo, tenemos que cumplirlo…», dijo.