A través de un comunicado, el Grupo de Reflexión de Excarcelados Políticos (Grex) respalda a familiares de presos políticos que llaman a las autoridades nacionales, Iglesia católica y sectores de la sociedad civil a iniciar un esfuerzo nacional encaminado a lograr la liberación de los más de 170 rehenes del régimen Ortega-Murillo.
«El GREX abraza y acuerpa la justa demanda de todos los familiares de los y las presas políticas por su libertad inmediata. Como excarcelados hemos vivido la crudeza de la cárcel y conocemos en carne propia el desprecio que transmite el régimen contra sus opositores políticos y aún con los reos comunes», refiere el comunicado.
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Los exreos políticos afirman que la misma situación que viven los familiares de los más de 170 presos políticos, la vivieron sus parientes cuando en 2018 fueron encarcelados por el régimen de Daniel Ortega, quien los señaló de «terroristas».
«Aún está fresca en nuestra memoria la lucha de nuestros familiares y amistades, quienes exigieron y demandaron nuestra libertad como lo hemos hecho todas y todos los excarcelados miembros del GREX desde diferentes espacios (…) Cuando lo pudimos hacer desde las calles también lo hicimos, muchas veces acompañados de quienes hoy están encerrados sufriendo torturas y tratos inhumanos y degradantes», subraya.
En cuanto a los abusos cometidos por la dictadura de Daniel Ortega, el Grex recordó que el orteguismo ha recapturado, provocado exilio y dejado en impunidad los crímenes cometidos contra excarcelados, «como los casos de don Ernesto Jarquín y Marlon Castro López. Dentro de la cárcel y bajo custodia del estado fue asesinado en total impunidad don Eddy Montes Praslim».
«Es por estos tristes hechos que comprendemos plenamente la necesidad de ver a nuestros presos y presas liberadas. Por ello acompañamos a los familiares en este reclamo, y lo asumimos como nuestra exigencia y punto central de nuestra agenda», agrega el comunicado.
Libertad sin condiciones
Los excarcelados políticos, integrantes de esta organización, reiteraron que los más de 170 rehenes de conciencia tienen que ser liberados sin condiciones de ningún tipo. «Es inhumano provocar el deterioro en la salud, la inestabilidad psico emocional y deliberadamente poner en peligro la vida de los presos políticos», denuncian.
En cuanto al recrudecimiento de la represión por parte del régimen orteguista, el Grex expresó que «no tiene valor alguno considerar que puedan variar su comportamiento dictatorial, autoritario y cruel».
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Aludiendo a un futuro diálogo nacional, afirman que este solo se puede dar con condiciones y responsabilidad y bajo la acción indispensable de liberación inmediata y sin condiciones de todos los rehenes políticos.
«El régimen sabe de nuestros justos reclamos y no necesita que le hagamos coro en una mesa (…), las demandas de las amplias mayorías y de la comunidad internacional es acabar con el suplicio al que están sometidos los presos y presas políticas».

Ante cualquier situación que se suscite en las cárceles de Nicaragua, el Grex señala que será único responsable el Gobierno de Ortega. «Sentarse con este régimen, sin que hayan sido liberados las y los presos políticos solo nos lleva a una situación en la que el exilio es la única salida para evitar nuevos abusos, persecución política, persecución económica y fiscal y un callejón sin salida en el que la dictadura ganará más tiempo que a la larga significará más dolor, angustia y llanto de miles de familias nicaragüenses», recalcan.
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Un integrante del Grex subrayó a Artículo 66 que como organización no respaldan una iniciativa de diálogo con el régimen de Ortega sin previas condiciones. «Deben primero ser liberados lo presos políticos y cesar la represión, si no pasa eso, todo intento será un fracaso».
El pronunciamiento del Grex se suma al respaldo de otras organizaciones como la Alianza Cívica, Ciudadanos por la Libertad y de la OEA que continúan demandando la libertad inmediata de todos los presos políticos. Por su parte, el Gobierno de Nicaragua ha respondido activando procesos judiciales contra opositores encerrados en «El Nuevo Chipote».