Los dirigentes estudiantiles Lesther Alemán y Max Jerez cumplen este viernes, 21 de enero, 200 días detenidos arbitrariamente en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Nuevo Chipote», un centro de tortura que el régimen de Ortega usa para encarcelar y callar las voces de sus críticos.
La noche del lunes, cinco de julio, la Policía al servicio de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo allanó la casa de seguridad en donde se encontraba el universitario Max Jerez, presidente de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) y miembro de la Alianza Cívica.
En simultáneo, las fuerzas policiales también irrumpieron en la vivienda familiar y secuestraron al líder universitario Lesther Alemán, dirigente de AUN y uno de los rostros opositores conocidos por su aparición en aquella mesa del Diálogo Nacional, en el 2018, donde enfrentó a Daniel Ortega y le gritó una frase que le significaría la peor afrenta al dictador: «¡Ríndase!».
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El primero de enero de 2022, en siete meses de encarcelamiento arbitrario, los familiares de Alemán y Jerez pudieron verlos por cuarta ocasión. Durante el encuentro, se constató que Lesther Alemán presenta dolores en algunas extremidades, al tiempo que las autoridades del penal siguen solicitando analgésicos, sin aparente explicación. Además, ambos han perdido peso, están más delgados, son sometidos a interrogatorios diariamente, reciben el sol una vez por semana, no tiene frazadas para protegerse del frío y tienen mala alimentación.
Según el régimen, Alemán y Jerez fueron los supuestos «cabecillas de tomas y destrucción de universidades», hechos juzgados en 2018, el régimen ahora decide investigarlos por «traición a la patria» y «conspiración para el menoscabo a la integridad nacional».
Citando la reciente Ley 1055, el Ministerio Público indica que los dirigentes gremiales son señalados de «posible comisión de actos ilícitos al contar con fuertes indicios de que han atentado contra la sociedad nicaragüense (…) Además, presuntamente han realizado actos que menoscaban la independencia (…) y han incitado públicamente a la injerencia extranjera».