La República Argentina, presidida por Alberto Fernández, confirmó su asistencia a la investidura del mandatario Daniel Ortega y su «copresidenta» Rosario Murillo, quienes «ilegítimamente» gobernarán Nicaragua cinco años más.
El embajador de Argentina en Nicaragua, Mateo Daniel Capitanich, informó al diario La Prensa que su país enviará a un representante de su gobierno a la toma de posesión que se realizará este próximo 10 de enero en la Plaza Revolución, Managua.
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«Estamos a la espera de la confirmación de la persona que asistirá en representación de Argentina. Asistirá alguien del ámbito del Gobierno, pero no podría confirmar quién sería la persona», indicó el diplomático en declaraciones brindadas al diario nicaragüenses el jueves, seis de enero.
Capitanich también confirmó que en Managua ya arribaron representantes de otros espacios políticos de Argentina que asistirán al evento organizado por el régimen de Ortega-Murillo.
«En estos momentos ya hay otros representantes de Argentina. En realidad la Argentina tiene una coalición de gobierno, digamos, a parte del Partido Justicialista, entonces hay unos representantes también de algunos espacios políticos que conforman el Frente de Todos que ya están en Managua, pero aparte estamos esperando representaciones del gobierno», dijo el embajador.
Argentina se ha mostrado ambivalente ante la crisis en Nicaragua
Con esta decisión, el gobierno de Alberto Fernández vuelve a dar otro giro en su postura sobre la crisis en Nicaragua con la dictadura de Ortega. El presidente argentino mantuvo congeladas las relaciones diplomáticas con el Estado de Nicaragua, por «las preocupantes acciones políticas-legales» adoptadas por Ortega.
El 21 de junio, Argentina mandó a llamar a consultas a su embajador Mateo Capitanich, en una posición conjunta con el gobierno de México, con el propósito de conocer mayores detalles en torno a la escalada represiva que se instauró en Nicaragua desde mayo 2021 de cara a las eleccciones presidenciales del siete de noviembre, y dejó un saldo de siete aspirantes presidenciales opositores encarcelados.
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Sin embargo, Fernández envió de regreso a Managua al diplomático, a finales de noviembre de 2021.
El gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador alegó, en ese entonces, que el retiro momentáneo de su embajador, Gustavo Cabrera, se realizaba «con estricto respeto a su política de no intervención y autodeterminación de los pueblos, (y que) ha hecho saber al Gobierno de Nicaragua su preocupación por la integridad y libertad de los detenidos».
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En la 51° Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Pablo Tettamanti, vicecanciller de Argentina, votó a favor de la moción de realizar «una evaluación colectiva inmediata» sobre la situación política y el desarrollo del proceso electoral en Nicaragua, lo que habría sido una aparente estocada para el régimen de Ortega-Murillo por parte de la administración de Fernández considerada «un aliado», debido a que el diplomático argentino en diferentes ocasiones se había abstenido de votar a favor de las diferentes resoluciones contra Nicaragua.
El 16 de septiembre de 2021, la dictadura de los Ortega-Murillo tomó revancha contra el Gobierno de Argentina por las críticas vertidas por la represión en Nicaragua y anticipadamente, le negó su voto para que el país sudamericano ocupe la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Mientras tanto, este viernes, siete de enero, Argentina logró los apoyos necesarios para presidir en 2022 la CELAC. Nicaragua votó a favor del país sudamericano, mostrando que los «conflictos» entre ambas naciones habrían sido superados.