China tras ingresar en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001, y superar a Japón como segunda economía mundial hace una década, se encamina ahora hacia la tercera fase de su desarrollo: destronar a EE. UU. como la mayor potencia del mundo.
Desde el 2001, China ha pasado de ser la sexta mayor economía del mundo a la segunda; su PIB se ha multiplicado por once, mientras la inversión extranjera directa, por cuatro, según datos de Bloomberg.
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Su comercio exterior se ha multiplicado por nueve y multitudes de chinos han salido de la pobreza. La entrada de China en la OMC (13 de diciembre de 2001) ha jugado un papel muy significativo en este espectacular ascenso.
La tensión entre China y EE. UU. es elevada, los intereses inconmensurables, y algunos hablan de una nueva Guerra Fría. Pero hay una diferencia de fondo sustancial con la URSS, que reside precisamente en eso: la imbricación económica absoluta entre Occidente y China, cosa que no se producía con la URSS.
Cuando se mide el PIB por el poder adquisitivo, China –US$ 26.6 millones de millones de dólares– superó a Estados Unidos (PIB de US· 22.7 millones de millones de dólares), según datos del FMI de 2021.
En forma nominal, el PIB de Estados Unidos sustenta el primer lugar con US$ 22.7 millones de millones de dólares) frente a US$ 16.6 millones de millones de dólares) de China. Estos US$ 6 millones de millones nominales de diferencia, con el ritmo sostenido de crecimiento de China a una tasa promedio de 6% de crecimiento anual, en un máximo de tres a cinco años desbancará del primer sitial a Estados Unidos.