«Te prometo que no voy a descansar hasta aclarar tu partida y alcanzar justicia», esa es la promesa de la cantante nicaragüense Rayza Hope a su hija Gabriela Reyes Padilla. La joven de 23 años murió el 28 de noviembre. Fue encontrada sin vida en su casa, ubicada en el barrio La Recolección, en el departamento de León.
Pese a que un forense dictaminó que la estudiante de la carrera de Marketing y Publicidad murió por asfixia (ahorcamiento), Hope lo niega y afirma que fue un asesinato porque el cuerpo de la joven tenía varios golpes.
«No. Mi hija no se quitó la vida, mi corazón de madre me lo dice, y me embarga mucho de dolor el solo pensar que las cosas van a quedar así. Solo le pido a Dios su justicia divina en esta pesadilla para que mi hija pueda descansar en paz», declaró a Artículo 66.
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Desde el exilio en Costa Rica, la opositora al régimen de Daniel Ortega dijo que jamás se imaginó que podría recibir una noticia de este tipo.
«Una noche antes —sábado 27 de noviembre— mi hija estaba en un cena de graduación de su cuñada. Ese día hablé con ella, me llamó a a las seis de la tarde para mostrarme lo que iba a llevar puesto (…) Me envió fotos donde estaba muy arreglada y contenta. Hay fotos donde aparece en la actividad, estaba con su hermano que era su media mitad», recordó.
«Mi hija presentaba golpes en su cuerpo»
Hope explicó que a la una de la madrugada del 28 de noviembre llegaron a dejar a su hija a su vivienda, que está ubicada contiguo a la casa central sandinista. «Se despidió de su hermano, ella habitaba sola, pero a las 10 de la mañana me informaron que había sido encontrado su cuerpo colgado de una estructura», subrayó.
Refirió que su familia está segura que Reyes Padilla no estaba en un cuadro depresivo o triste, ni tampoco consumía sustancias ilegales para decir que atentó contra su vida. «Tenemos suficientes pruebas que mi hija no se hizo daño sola; tenía un golpe en el pómulo y otro en la barbilla, también presentaba golpes en la cadera y en la pierna», relató.

Pese a las evidencias que resalta Hope, el forense descartó signos de violencia en el cuerpo de Gabriela Reyes. «Yo le expliqué la situación al médico forense y le dije que quería un forense privado, pero me dijo: “¿Para qué querés a uno privado? ¿Querés que la abramos? Yo la revisé y lo que está en el dictamen eso es”, sin embargo, médicos independientes que llegaron y la vieron, aseguran que su muerte no fue por asfixia y que sí presentaba signos de violencia», remarcó la doliente.
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La opositora al régimen orteguista aclaró que no está acusando a nadie en específico, pero «sé que mi hija fue asesinada, lo que no puedo afirmar es quién lo hizo, pero estamos trabajando duro para dar con él o los culpables».
Entierro asediado por la Policía orteguista
Rayza Hope denunció que el entierro de su hija fue asediado por la Policía al servicio del régimen Ortega y Murillo. «La Policía rodeó la casa de mi hija. Su cuerpo fue trasladado a mi casa para ser velado y también fue asediado, y en el entierro logré ver a través de una videollamada que la Policía estaba a casi 10 metros de donde estaba el féretro», señaló.
«Yo le comencé a gritar: ¡Malditos, no respetan nada, déjennos en paz!», agregó desconsolada Rayza Hope.

La cantante Rayza Hope, quien el tres de octubre de este 2021 sufrió un atentado en Costa Rica, lamentó no haber podido acompañar a su hija a su última morada porque asegura que su vida en Nicaragua corre peligro. «No pude despedirme de mi hija. Ya son tres años fuera de mi país, si regreso me pueden echar presar», lamentó.
Gabriela Reyes Padilla había emprendido su negocio de floristería en la ciudad de León. Según relata su progenitora, le iba muy bien, además había hecho planes de viajar a Costa Rica para celebrar el cumpleaños de su madre.