El observatorio ciudadano Urnas Abiertas presentó su noveno informe titulado «radiografía de la farsa electoral» en el que denuncian y exponen lo sucedido durante el proceso electoral en Nicaragua. En ese marco, reportaron 2,031 anomalías y violencia política desde todos los departamentos. La organización destaca el uso de la violencia para coaccionar el voto de los ciudadanos.
Afirman que las acciones violentas para obligar el voto ciudadano se realizaron desde un día antes de la jornada del siete de noviembre «y se enmarcan en la estrategia coercitiva de la dictadura para condicionar las preferencias del votante a través de las estructuras del Estado, empresas afines, así como el control policial y paramilitar». Señalan que esas acciones fueron implementadas por instituciones públicas, trabajadores del Estado e integrantes de las estructuras partidarias del Frente Sandinista.
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El siete de noviembre también se evidenció la violencia política con 285 casos en 14 departamentos en los que se reportó intimidación de paramilitares y la Policía en las afueras de los Centros de Votación (CV), en especial, a la hora de desalojar a las personas y evitar que permanecieran fiscalizando la publicación del cartel de resultados que cada centro debía publicar.

La Costa Caribe Norte fue la zona donde hubo más actos violentos con 154 reportes ciudadanos. Le sigue la capital con 133 anomalías. Entre las anomalías se presentan el uso de vehículos del Estado para sacar a los ciudadanos de sus casas y llevarlos a los centros de votación, violencia policial y propaganda electoral dentro de los CV.
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«Como ya se había advertido desde Urnas Abiertas, los elementos legitimadores de un proceso íntegro fueron conculcados de manera sistemática y, por lo tanto, estas elecciones viciadas de origen y carentes de credibilidad, no podían ser consideradas legítimas», destaca el observatorio.
Durante el mes de octubre afirman que hubo un incremento de violencia política, «a través de asedios focalizados, hostigamiento, citatorias y amenazas. Entre el 3 y el 7 de noviembre incrementó la vigilancia policial y parapolicial en las calles de los departamentos de Managua, Masaya, Nueva Segovia, Matagalpa, Rivas y Carazo. En el marco de las votaciones también se verificaron 35 detenciones arbitrarias en 10 departamentos del país».