Para el exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, la decisión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo de renunciar al organismo continental se debe a que se sienten «perseguidos», a como lo dijo el mismo dictador. El funcionario dijo que es «raro» que 33 países persigan a uno, en referencia a Nicaragua.
«(Daniel) Ortega no es el sandinista de los años 79. Ortega tiene una dictadura familiar completamente arbitraria que no le obedece a nadie, que no le hace caso a nadie, eso es lo que ha cambiado; o sea, la dictadura de Ortega se parece a la dictadura de Somoza, incluso en esa época él puso a su hermano o a su hijo. Bueno, este quiere poner a su señora, pero finalmente el resultado es el mismo», afirmó Insulza en una entrevista en Esta Semana.
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Insulza explicó que el dictador Daniel Ortega consiguió «aislar completamente a Nicaragua», pero que esto representa un «drama» para uno de los países «más atrasados de América Latina» donde las tasas clásicas de carácter social, como las tasas de ingreso, el ingreso per cápita, la atención de salud, la atención de educación «están muy mal». «Nicaragua no es un país que pueda darse el lujo de aislarse del continente y del mundo», señaló.
«Usted puede aislar un país, pero no puede sacar al Gobierno, o sea, no se pueden hacer cambios de Gobiernos desde fuera; el famoso cambio de régimen, tiene que producirse dentro de Nicaragua, eso es una realidad que hay que reconocer», agregó.
El chileno explicó que se tendrá que llamar a una Asamblea General Especial para que el organismo declare que en Nicaragua se violaron los principios fundamentales de la democracia y que el país quede oficialmente desligado de la OEA, este proceso culminará el 18 de noviembre de 2023.
El 19 de noviembre, Nicaragua inició el proceso de salida de la OEA con la denuncia de la Carta Democrática. Una semana antes la Asamblea General aprobó una resolución que declaró ilegítimas las elecciones presidenciales del siete de noviembre en Nicaragua que ungió a Ortega como presidente del país por cinco años más. Esas votaciones fueron desconocidas por más de 40 países.