La crisis democrática en Nicaragua luego de las cuestionadas elecciones de Daniel Ortega ha incrementado la reacción de la comunidad internacional principalmente con la reciente resolución aprobada en la Organización de Estados Americanos (OEA) que declara los comicios como «ilegítimos» a la vez que solicita unas nuevas votaciones. El director para las américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, celebró la aprobación de esta resolución y propone más acciones en torno a este primer paso dentro del organismo político.
En entrevista al programa Esta Semana, Vivanco planteó la creación de una comisión de alto nivel liderada por la OEA con participación de la Unión Europea y el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para «visitar a Ortega y en los hechos que le den un ultimátum». Por su condición de régimen, afirma que «no es fácil que Ortega acepte una interacción con una comisión de alto nivel» por lo tanto esta debe ser «una propuesta con músculo y que las medidas que se propongan tengan los dientes necesarios».
Noticia relacionada: Uruguay pide a la OEA nuevas elecciones “libres” en Nicaragua y Venezuela
Además, espera que la OEA logre reunir 23 votos, que es lo que necesita, 23 Estados miembros que estén dispuestos a aplicarle el artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana a Nicaragua, pues esto implicaría la suspensión del país centroamericano de este organismo internacional.
Vivanco asegura que la resolución de la OEA es excelente dado el contexto regional, donde lo que prima son Gobiernos populistas, y la excepción constituyen Gobiernos comprometidos con el Estado derecho, con la Carta Democrática, con los derechos fundamentales. El defensor de derechos humanos espera que de aquí a 15 días «hagan una evaluación de la situación interna y de ahí tienen que salir, no solo un diagnóstico, sino que algunas medidas concretas, a mí me parece que coloca finalmente a esa dictadura con toda la atención que merece».


Por otra parte, el presidente del Diálogo Interamericano, Michael Shifter, considera que tras la aprobación de la Ley Renacer por el presidente Joe Biden hay un debate interno muy fuerte en su administración. Unos abogan por aplicar medidas de presión económica contra la dictadura de Daniel Ortega, y los que se preguntan sobre el impacto que tendrían estas acciones. Pero afirma que «la resolución de la OEA fortalece el ánimo de Estados Unidos de aislar a Nicaragua».
Shifter advirtió que «aún si (Daniel Ortega) libera algunos presos políticos, el estado policial no es negociable para Ortega, porque sabe que si él negocia eso, se acabó todo para él», y respaldó el «fortalecer la presión internacional y la presión de los nicaragüenses». Pues con ello «hay más posibilidades que esto resulte en una transición democrática, pero no hay garantías para nada». Solo «aumenta las posibilidades».
Noticia relacionada: «A Daniel Ortega solo lo acuerpan los autócratas», afirma la Unab tras «apabullante» rechazo al régimen en la OEA
El expresidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, también entrevistado en Esta Semana, expresó su reconocimiento en cuanto a lo que la comunidad internacional está haciendo, pues afirma que «está haciendo que lo que tiene que hacer, aunque es probable que eso no sea suficiente, tal como lo demuestra la experiencia reciente, especialmente al tratar de doblegar al régimen de Venezuela».
Desde su experiencia, Solís espera que los mecanismos de presión diplomática, política y económica impulsen el proceso democrático en Nicaragua, «y si a ellos se agrega la solidaridad internacional y una suerte de voluntad general en el sistema internacional de acompañarlos, el resultado sea que el régimen tenga que ceder», afirma.