A pocos días de las cuestionadas elecciones presidenciales que ungió a Daniel Ortega para un nuevo mandato en la jefatura de Estado en Nicaragua, monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, llamó al pueblo a que «no tengan miedo porque Dios está con nosotros» y aseguró que cada vez que se celebra la eucaristía «los demonios son destruidos, salen despavoridos y tiemblan estremecidos en sus cimientos y se autodestruyen por el poder santísimo de exorcismo que tiene la eucaristía».
«Dios exorciza al hombre, a la mujer y destruye al demonio, a sus fuerzas ya debilitadas y los envía al infierno donde se autodestruyen y autoaniquilan. Este es con el poder de Dios que contamos nosotros, con el cuentan los pueblos el pueblo de Dios, un pueblo que tiene a un Dios vencedor, triunfador sobre el mal, sobre la muerte, el pecado, la iniquidad, la injusticia, la maldad, todo aquello que quiera hacernos daño», enfatizó Álvarez en el programa Pastoreo, Comunión y Oración, transmitido en el Canal Católico de Nicaragua.
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Nicaragua vive un «estado policial» implantado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo que han ordenado el cierre de los espacios democráticos, la participación política de la oposición, encarceló a más de 150 opositores a su dictadura, cerró y confiscó medios de comunicación que informaban sobre la crisis sociopolítica que vive el país desde abril 2018.
«No tengan miedo porque Dios está con nosotros. Dios está en tus aflicciones, Dios está al tanto de tu dolor, de tus sufrimientos, tu enfermedad. Dios está en el dolor del pueblo, en la migración forzada. Dios está ahí consolando a su pueblo, caminando entre nosotros, caminando con nosotros. A ese Dios hoy clamamos, ten misericordia de nosotros», afirmó el obispo de Matagalpa.
Más de 30 países han desconocido los resultados de las elecciones presidenciales en Nicaragua por considerarlas «ilegítimas y fraudulentas» porque no contaban con las condiciones necesarias para ser libres, justas y transparentes. Ortega ordenó en encarcelamiento de 39 líderes opositores, entre ellos siete aspirantes presidenciales, los más populares.