Sin mayor sorpresa, el orteguista Consejo Supremo Electoral dio a conocer el primer informe preliminar de los resultados provisionales de las votaciones del domingo, siete de noviembre, donde ubica al dictador Daniel Ortega como el «ganador» que ocupará nuevamente la Presidencia de Nicaragua hasta el 10 de enero de 2027. Si Ortega cumple este nuevo periodo, será el hombre que más tiempo ha estado de forma consecutiva en la jefatura de Estado de Nicaragua.
Las estadísticas del CSE dan a Ortega arriba del 74.99 % de los votos válidos de las votaciones, proceso que allanó Ortega con el encarcelamiento de siete aspirantes presidenciales, los más populares y, según la encuestadora de la firma CID Gallup, cualquiera de los precandidatos de l a oposición le hubiera ganado en una elección libre, justa y transparente.
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El proceso electoral estuvo marcado por el abstencionismo, techo que habría alcanzado hasta el 84 %, según el más reciente informe del observatorio independiente Urnas Abiertas. La organización estuvo presente en la votación en más de 600 centros.
Según el CSE, con el 49.25 % de las actas escrutadas, se emitieron 1 millón 352 556 votos válidos y 72 mil 086 fueron nulos con una participación del 65.34 %, la abstención apenas alcanzaría el 34.66%, cifra que contrasta con la revela por Urnas Abiertas.
El segundo lugar, según el CSE, lo ocupa el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) con el 14.40 %, le sigue Camino Cristiano Nicaragüense con 3.44 %, Alianza Liberal Nicaragüense con 3.27 %, Alianza por la República 2.20 % y Partido Liberal Independiente con 1.70 % de los votos válidos.
Ortega cumplirá tras la decisión del Consejo Supremo Electoral, supeditado al régimen, su cuarto mandato consecutivo. El séptima vez que su nombre aparece en una boleta electoral, lo que lo ha llevado a convertirse en el eterno candidato del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Por su parte, Rosario Murillo estará con su marido en la Vicepresidencia por segunda vez. Al matrimonio presidencial organismos internacionales lo señalan de ser responsables de los crímenes de lesa humanidad.
Ortega: «No podemos olvidar»
Las elecciones orquestadas por Ortega son vistas como ilegítimas por la comunidad internacional, quienes se preparan para desconocer el proceso y aislar aún más a la administración de turno.
«El voto no mata a nadie. El voto no causa herida alguna en ninguna persona. El voto no llama al terrorismo, a la guerra, ¡Jamás la llama! El voto no llama a hacer tranques en la patria y que se paralice la economía y que se destruyan las familias. El voto no llama a torturar públicamente», así respondió Ortega a los exiliados, opositores y diáspora que pidió no participar del proceso, quedarse en casa y no votar.
Ortega votó en horas del mediodía del domingo y continuó con sus amenazas contra sus adversarios para quienes no promulga su supuesta paz. «No podemos olvidar después de tantos años de paz, no podemos olvidar a quienes sembraron el terror, no respetaron nuestro himno y se jactaban filmando la destrucción, filmando los asesinatos, defendiendo los tranques, públicamente. No tenían vergüenza alguna, ni dignidad alguna», dijo en un intento por adjudicar la violencia ejercida por sus policías y paramilitares a quienes no están con él.