Luis Fley, líder político del movimiento Fuerza Democrática de Nicaragua (FDN) y miembro de la Coalición Nacional, cree que el llamado al «no voto» para las elecciones de este siete de noviembre será más efectivo en comparación al 2016, porque hace cinco años el dictador Daniel Ortega no había perpetrado tantos atropellos hacia la ciudadanía como ha pasado desde 2018 a la fecha.
En entrevista para el podcast Ahora, de Artículo 66, el opositor comparó la situación que atravesaba el país para el año 2016 con el 2021 e indicó que «la dictadura no había sacado las garras, todavía el proyecto de Daniel Ortega estaba en marcha. No había nadie en la cárcel por cuestiones políticas, no habían 150,000 exiliados y ni habían candidatos presos; ahora la coyuntura política es diferente, es totalmente represiva, las violaciones a derechos humanos y asesinatos, en 2016 no había nada de eso. Un grupo de personas apostaron por la opción de llamar al no voto, pero esta acción no fue tan efectiva como ahora, porque ahora sí hay suficientes elementos para no votar».
Noticia relacionada: Costa Rica “dispuesta a dar refugio” a candidatos presos que luchan por democracia en Nicaragua
El dirigente político manifestó que los líderes de diferentes organizaciones, como miembros de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) y FDN, han tenido que exiliarse por la persecución política que persiste en Nicaragua. Sin embargo, «nos hemos juntado con la diáspora y hemos formado un bloque. Estamos haciendo un llamado al pueblo nicaragüense para que este siete de noviembre se quede en su casa, que no vaya a votar en estas elecciones» expresó.
Señaló que los comicios a celebrarse este próximo domingo «son ilegítimos y por lo tanto el pueblo nicaragüense debe de no votar en este proceso electoral, porque de hacerlo estarían dando legitimidad a un proceso que es ilegítimo y estarían creando la estrategia del dictador Ortega de darse un baño de legitimidad en estas elecciones, en esta farsa electoral».
Además, Luis Fley alegó que el hecho que los nicaragüenses no salgan a las urnas a votar repercute en las votaciones de Daniel Ortega, debido a que «el nicaragüense que esta en contra de del régimen no se va a prestar a participar en esta farsa, los que están a favor de Ortega, su sistema y sus zancudos (partidos colaboracionistas) participarán, pero la mayoría, el pueblo se va a quedar en su casa como una muestra de repudio, de rechazo al dictador».
Por otra parte, el dirigente de la Coalición Nacional aseguró que la acción desesperada del sistema opresor de Ortega de obligar a cierta parte de la población a votar, «significa o más bien es una maniobra vulgar, sucia del régimen, de los servidores de Daniel Ortega, que no respetan la voluntad popular de los ciudadanos».
«Están chantajeando a los empleados públicos, de qué si no le ven el dedo manchado los van a destituir de su trabajo y muchos, en su mayoría, van a ir a votar porque necesitan el trabajo, la situación en Nicaragua está crítica, en lo económico, lo social y tiende con Daniel Ortega en el poder a profundizar la crisis económica y social, los empleados públicos están obligados a la fuerza a votar, por simplemente mantener su puesto de trabajo y no porque estén convencidos que Daniel trae progreso, paz y tranquilidad» aseveró.
Este siete de noviembre, el dictador Daniel Ortega busca su cuarto mandato consecutivo en el poder y el segundo junto a su esposa, Rosario Murillo. Organizaciones internacionales, nacionales, líderes políticos, gobernantes de otros países, entre otros, han catalogado estas elecciones como «ilegítimas», pues se efectuarán fuera de los estándares interamericanos, a los cuales el Estado de Nicaragua está suscrito. Además, el partido de gobierno mantiene a más de 150 presos políticos, eliminó la personalidad jurídica a partidos políticos y encarceló a siete precandidatos presidenciales opositores.