El sacerdote Uriel Vallejos, párroco de la iglesia Divina Misericordia de Sébaco, Matagalpa, se unió a las voces católicas que denuncian las «elecciones fraudulentas» orquestadas por Daniel Ortega, afirmando que en Nicaragua «se perdió la oportunidad de elegir en igualdad de oportunidades», pues en el país no existen las garantías mínimas para celebrarse elecciones libres.
«Este siete de noviembre mi huella estará limpia, como mi conciencia, porque se perdió la oportunidad de elegir en igualdad de oportunidades, donde la competencia se eliminó y se pusieron algunos de los mismos para hacer de oposición», expresó el sacerdote durante su homilía del 24 de octubre.
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Vallejos recordó lo sucedido con la dictadura de Somoza en 1974, cuando Anastasio Somoza Debayle hizo su reelección con un montaje de votaciones. El sacerdote afirmó que «las próximas votaciones son parecidas a las de 1974, donde el dictador de turno las organizó y la población las rechazó cerrando sus puertas para demostrar su descontento, pero fue tanta la desfachatez que el órgano electoral que lo dio como ganador, con el 92% que ellos mismos se recetaron. La historia, queridos hermanos, se repite hoy en esta patria».
El jerarca afirmó que no participará en este proceso, pues no será parte de «algo que va en contra de los anhelos de miles y miles de nicaragüenses, por los encarcelados, por los exiliados, por los asesinados, por la pobreza extrema que vive muchas familias, porque no les alcanza para el sustento diario, por los emigrantes que a diario salen en caravanas en busca de una vida y de un futuro que esta patria bendita no le tiene».
La dictadura de los Ortega-Murillo ha ignorado todos los llamados de atención y denuncias de parte de la comunidad internacional la cual ha condenado la represión que viven los opositores en Nicaragua, el encarcelamiento y la inhibición a partidos políticos. El religioso afirmó que «el temor, el pavor al fracaso que tienen de que este pueblo, que ha amado la paz, les diga basta ya de farsa, basta ya de circo electoral, tuvieron miedo y su miedo no los deja ser libres y, ese mismo, los llevará a la ruina, al caos y la desaparición».
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Vallejos finalizó su sermón expresando que, como hombres de fe y esperanza, «debemos continuar animando a nuestra nación y, como dijo monseñor Silvio Báez, afirmando que Nicaragua crucificada resucitará, resurgirá y se levantará como el ave fénix porque son muchos, miles de nicaragüenses, que amamos esta bendita patria y la queremos libre para trabajar en libertad, para amarnos como hermanos».
Los jerarcas católicos en su mayoría han expresado su rechazo ante la «farsa electoral» de este próximo siete de noviembre afirmando que no acudirán a los centros de votación, pues es decisión de cada nicaragüense hacer lo que considere más justo y conveniente «ante la situación que vivimos».