Sin largas filas ni aglomeraciones, arrancó la jornada de vacunación contra el COVID-19 a mujeres embarazadas, en periodo de puerperio y lactancia. Las pacientes se presentaron a lo largo del día a los centros habilitados en Managua y Carazo para aplicarse la primera dosis de Pfizer, vacunas prestadas por Honduras, ya que hubo un retraso en la donación de inyectables enviada por Estados Unidos por medio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a través del mecanismo Covax.
Los médicos están atendiendo a mujeres con más de tres meses de gestación y a madres que están amamantando a sus bebés menores de seis meses de nacido. En los puestos se observó propaganda política para enaltecer a la pareja dictatorial Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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La Organización Panamericana de la Salud (OPS) aclaró que ha habido «un retraso» en la entrega de las 223,470 dosis de vacunas Pfizer donadas a Nicaragua. Las inyectables que debían arribar el lunes, 11 de octubre, podrían llegar en la siguiente semana del 18.
El director de emergencias médicas de la organización, Ciro Ugarte, explicó que «como este retraso afectaría la programación de la vacunación a embarazadas, la OPS realiza esfuerzos con países que pudieran proporcionar dosis de vacunas a Nicaragua», por tanto, agradecen a Honduras por enviar 100 mil dosis a Managua.
Nicaragua está bajo «observación» de la OPS por presentar cifras bajísimas de vacunación contra el COVID-19. La organización internacional de salud pública informó que, en la región, hay seis países que están rezagados y requerirán una «atención especial» para cumplir con el objetivo de vacunar al 40 por ciento de la población.
Los países que tienen menos del 20 por ciento de su población inmunizada son Nicaragua, Jamaica, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Haití y Guatemala. Nicaragua ni siquiera ha vacunado al 10 por ciento.
Después de 26 días, el líder estudiantil y preso político Max Jerez se enteró este miércoles, 13 de octubre, que su madre, Heydi Meza, falleció a causa de una neumonía, informó a través de un comunicado la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN).
«Max hasta hoy (13 de octubre) pudo recibir la noticia del fallecimiento de su madre, Heydi Meza, así como los detalles de sus últimos momentos y funerales», manifiesta el comunicado de AUN. Horas antes de morir la madre de Jerez, su abogado, familiares y amigos solicitaron un permiso a las autoridades de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) para que el joven se despidiera de su madre, pero esto fue denegado por la dictadura de Daniel Ortega.
Nicaragua, bajo el régimen de Daniel Ortega, se encuentra entre los tres países más corruptos del continente americano, indica el reciente informe del Observatorio Ciudadano de Corrupción (OCC), conformado por una coalición de organizaciones de la sociedad civil y actores sociales del continente.
Enrique de Obarrio, coordinador general de la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (Redlad), indicó que Nicaragua, junto a Venezuela y Haití, se encuentra con una «democracia en cuidados intensivos, con gobiernos corruptos y autoritarios».
La corrupción no se trata solamente de los recursos de las arcas públicas, sino de una flagrante y continua violación de los derechos humanos fundamentales.
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América Latina avanza en alcanzar sus libertades, a excepción de las dictaduras de Venezuela y Nicaragua, indica el reciente informe anual de Latinobarómetro. La consultora chilena que midió a 17 países destaca que Daniel Ortega cogobierna con su familia, partiendo por su esposa Rosario Murillo, vicepresidenta designada en 2017.
De tal modo, «Nicaragua pasa con ello a ser un «sultanato» más que una democracia». Añade que «el país dejó de ser democracia y en esta seudo elección se está comportando como una dictadura al apresar a los candidatos opositores». Concluye que «los hechos impiden del todo llamar las elecciones de noviembre “una elección”; se trata, más bien, del uso del mecanismo electoral, por un dictador, para vestirse de legitimidad».