El gobierno de los Estados Unidos, a través de un representante del Departamento de Estado, rechazó rotundamente la acusación de “injerencia” realizada por la dictadura de Daniel Ortega contra el embajador de la Casa Blanca en Managua, Kevin Sullivan, por el simple hecho de felicitar a un medio de comunicación por sus 25 años de fundación, lo que desató la furia de la pareja presidencial.
“Rechazamos la idea de que el embajador de Estados Unidos, (Kevin Sullivan) se esté inmiscuyendo en los asuntos internos de Nicaragua. El embajador felicitó a un medio de comunicación independiente por los 25 años de defender los valores democráticos de la libertad de prensa y brindar periodismo independiente al público nicaragüense”, indicó el diplomático norteamericano en condición de anonimato a los medios de comunicación nacional.
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El 11 de octubre, el régimen orteguista, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua, dedicó a Sullivan una extensa carta virulenta de tres páginas donde se lanzaba contra el embajador, acusándolo de intervenir en los asuntos internos del país y le pidió abstenerse “de seguir violentando nuestra Concordia Nacional, y renuncie a querer imponer su vulgar, rastrera, aberrante, insolente, innoble, abominable y decadente Política yanqui, que declaramos, una vez más, nada grata para los nicaragüenses”, detalla la nota de prensa de la dictadura.
Lo que desató la furia de la dictadura fue un escueto mensaje colgado por Sullivan en su cuenta de Twitter, en la que expuso un mensaje de felicitación al medio de comunicación Confidencial, dirigido por el periodista Carlos Fernando Chamorro, actualmente exiliado. “Felicidades a Confidencial por sus 25 años defendiendo los valores democráticos de la libertad de prensa y del periodismo independiente”, decía la dedicatoria del diplomático que causó la furia en el gobierno sandinista, caracterizado por sus embestidas contra la prensa libre del país.
«Exigimos al Señor Sullivan, que cese sus ataques encubiertos, sus hipócritas salutaciones, disfrazados de una cortesía diplomática que abandonó hace tiempo, y que más bien ha sido, y es, ejemplo de la continua, perversa, detestable injerencia invasora de los Estados Unidos en nuestra Nicaragua, tantas intervenciones abusivas y criminales, que hemos denunciado y seguiremos denunciando», dice la nota oficial firmada por la Cancillería, pero que tiene el tono y errores ortográficos característicos de la vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo.
Al respecto, el portavoz del Departamento de Estado recordó que la libertad de expresión y de prensa son valores democráticos compartidos que los países de la región, incluida Nicaragua, se han comprometido a defender en la Carta Democrática Interamericana. Sin embargo, la dictadura de Ortega en los últimos años se ha lanzado contra los medios de comunicación independientes.
El pasado nuevo de septiembre, el gobierno de Ortega también mediante nota diplomática agresiva e insultante, se lanzó contra el embajador de México en Managua, Gustavo Cabrera, por retuitear (compartir en Twitter) el video del escritor Sergio Ramírez, en la que el exvicepresidente (1984-1990) respondía a la acusación que le había interpuesto el Ministerio Público que lo vincula con el delito de lavado de dinero por recibir apoyo económico a través de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro.