Este jueves, 30 de septiembre, arribaron a Nicaragua las vacunas de procedencia China Sinopharm, con un lote de 138 mil dosis donadas por medio del mecanismo Covax y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Esta sería la cuarta vacuna que se estaría aplicando en el país.
Las vacunas arribaron al Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino a las 12:05 del medio día, y fueron recibidas por la ministra de salud, Martha Reyes, y el secretario general del Ministerio de Salud, Carlos Saénz. Actualmente el Ministerio de Salud (Minsa) cuenta con la vacuna Sputnik V, Covishield, Sinopharm y la vacuna AstraZeneca con la que se encuentran inmunizando a personas mayores de 30 años.
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En los periodos de febrero a septiembre de 2021 Nicaragua ha completado un total de 2,065,500 vacunas para la jornada de inmunización en todo el país. De estas, la mayoría ha sido por medio de donaciones, aunque recientemente, el canciller Denis Moncada no lo reconoció ante la comunidad internacional y por el contrario, reclamó por las inyectables.
Esta donación, como lo había anunciado la OPS, es por medio de un mecanismo multilateral apoyado por diferentes países en la búsqueda de la equidad en la distribución de vacunas. Durante todo el mes de octubre Nicaragua espera recibir 233 mil dosis de vacunas Pfizer y 625 mil 920 dosis de AstraZeneca para combatir el COVID-19.
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La vacuna Sinopharm, desarrollada por la farmacéutica estatal china Sinopharm y el Instituto de Productos Biológicos de Pekín, ofrece un 79% de eficacia con las dos dosis suministradas. La OMS recomienda que la segunda dosis de esta vacuna sea por un intervalo de 3 a 4 semanas. Si ya han pasado más de 4 semanas después de la primera dosis, la segunda se ha de administrar lo antes posible, afirma la organización sanitaria.
El Minsa todavía no ha informado sobre los sectores a los cuales sería suministrada esta vacuna, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera poco prudente aplicar este inoculante a grupos menores de 18 años, grupos mayores de 60 años y mujeres embarazadas, pues aún no existen las suficientes pruebas de sus efectos en estos sectores de la población.