La economía de Nicaragua está peor. El precio de la canasta básica, conformada por 53 productos, ha aumentado a 432 dólares, según datos del Instituto Nacional de Información y Desarrollo (INIDE), mientras que el salario mínimo promedio de un nicaragüense no supera los 200 dólares mensuales. Durante el mes de septiembre se ha registrado una alza significativa en el precio del gas licuado y el combustible.
Economistas aseguran que el país está afectado en diferentes áreas, empezando por las empresas financieras, que están entregando menos créditos, lo cual se traduce en menos inversión y mucho trabajo precario.
«Se ha observado una perdida del poder adquisitivo en el ingreso de los nicaragüenses, esto es notorio aunque el Banco Central de Nicaragua registra una inflación de apenas el 3%», afirma el economista Marco Aurelio Peña, consultado por Artículo 66.
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El economista refirió que la situación de pandemia también afecta la producción y el empleo dentro y fuera del país, por lo que es un factor importante en el desarrollo económico.
El lunes, 27 de septiembre, se dio a conocer la nueva alza al precio del gas licuado, alcanzando un costo de C$423.25 córdobas por el tanque de 25 libras, el cual es el de mayor demanda en los hogares, cuando la semana pasada tenía un costo de C$410.75.

Recientemente un artículo publicado por CNN en Español reveló que Nicaragua se encuentra casi al nivel de Alemania en cuanto al precio de la tarifa energética aunque esta nación europea posee una economía desarrollada y un poder adquisitivo más alto, en comparación con el país centroamericano.
Informes del desarrollo económico del país refieren que Nicaragua está afectada en diferentes áreas, pues las empresas financieras están entregando menos créditos, hay menos inversión y mucho trabajo precario. Además de la reducción de salarios debido a la pandemia desde marzo de 2020 lo que representa problemas económicos en los hogares nicaragüenses.
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Expertos aseguran que después de la crisis de 2018, la inversión extranjera directa (IED) en Nicaragua cayó de manera impactante. Los datos del Banco Central revelan que hubo una caída de hasta un 63,75% en el años 2020, en comparación con el 2019.
Los nicaragüenses en su mayoría trabajan de manera informal y esto dificulta aún más el nivel de adquisición. En gran parte se mantienen con el ingreso diario y deben ajustarse a compras mínimas. Algunos aseguran que «el dinero cada vez alcanza para cubrir menos gastos».
En un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) advirtió que la economía de Nicaragua es de las que menos crecerá en el continente durante el años 2021. Por su parte el régimen de Daniel Ortega continúa con su campaña optimista para el crecimiento económico durante las próximas elecciones del siete de noviembre.