El párroco Omar López Zeledón, que dirige la parroquia San Ramón, perteneciente a la Diócesis de Matagalpa, fue ingresado de emergencia a un centro asistencial la noche del lunes, 30 de agosto, en donde se encuentra en estado delicado de salud. El sacerdote se suma a la lista de religiosos nicaragüenses afectados por la pandemia. Solo horas antes de requerir ser ingresado, se realizaron los funerales del padre Dámaso Suazo, vicario de la parroquia San Juan Bautista en el municipio de Muy Muy, quien murió por complicaciones de salud asociadas a la COVID-19.
La lista de sacerdotes afectados por sintomatología vinculada con la pandemia crece. En este contexto, han fallecido 15 religiosos debido a la enfermedad. La noticia reciente de la situación del párroco mantiene conmocionada a la feligresía, pues este 31 de agosto se debían celebrar las fiestas patronales en honor a San Ramón Nonato.
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El obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez, exhortó a los sacerdotes y al pueblo en general a actuar con «solidaridad» y cuidarse unos a otros ante las posibilidades de contagiarse de COVID-19, también realizó un llamado a seguir las medidas de seguridad que se han establecido desde el inicio de la pandemia.
Además, Álvarez ya había alertado de la situación por el virus en el norte del país afirmando que «el virus y el contagio están totalmente descontrolados. Es una real vorágine. El pueblo está cayendo víctima de la pandemia. Dios nos ama, cuidémonos. Solo Dios y el pueblo nos podemos cuidar», informó el obispo por medio de un tuit y señaló que en el país las autoridades «brillan, pero por su ausencia».
La parroquia San Ramón ha decidido tomar medidas de prevención para evitar la propagación del virus por lo que las actividades han sido suspendidas, aunque en las eucaristías continúan implementando los protocolos de bioseguridad. La Iglesia pide oraciones por la salud del sacerdote.
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La institución religiosa ha pedido orar por otros nueve sacerdotes que se encuentran enfermos con síntomas de COVID-19, incluido el cardenal y arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, quien se encuentra mostrando «mejoría en su salud» después de dar positivo en el Hospital Militar en Managua.
Las diferentes diócesis han orientado a los sacerdotes a cuidarse del virus y a los fieles católicos a no bajar la guardia en el cumplimiento del protocolo básico. Los sacerdotes han considerado cambiar horarios y reforzar las medidas de seguridad.