El domingo 13 de junio de 2021, los medios de comunicación nacionales y casi simultáneamente los internacionales hacían eco de una noticia que, aunque ya se esperaba, había dudas de si el régimen se atrevería a ejecutar, la Policía al servicio de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo había ejecutado un operativo de allanamiento y captura contra la comandante guerrillera exsandinista e historiadora Dora María Téllez, la Comandante Dos del asalto al Palacio Nacional, la jefa militar de los frentes guerrilleros que tomaron por asalto las ciudades de Chinandega y León en la guerra de 1979, y también se llevaban detenido al comandante guerrillero, general de brigada en retiro Hugo Torres Jiménez, el único combatiente que participó en las dos más grandes operaciones guerrilleras del Frente Sandinista en su lucha contra el dictador Anastasio Somoza, el asalto a la Casa de Chema Castillo Cuan de 1974 y la Operación de 1978, Chanchera.
Dos héroes guerrilleros de gran trayectoria que incomodan a la pareja dictatorial Ortega-Murillo porque se les revelaron hace ya mucho tiempo y a quienes culpa de ser los autores intelectuales de la rebelión popular de 2018. En la misma redada emprendida por los Ortega-Murillo contra la oposición nicaragüense, además de los exguerrilleros han sido llevados a la cárcel cuatro precandidatos presidenciales y seis dirigentes políticos, todos acusados, según el Ministerio Publico, por delitos relacionados con la recién aprobada ley represiva 1055, Ley de defensa de los derechos del pueblo a su independencia, la soberanía y la autodeterminación para la paz, que el régimen mandó a aprobar exclusivamente para reprimir a la oposición.
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Dicha ley tilda de «traidores a la patria» a los que, según ellos inciten a la intervención extranjera en los asuntos internos de Nicaragua y a los que promuevan, exalten o aplaudan sanciones contra Estado y sus ciudadanos, «por lo que no podrán optar a cargos de elección popular, esto sin perjuicio de las acciones penales correspondientes establecidas en el Código Penal de la República de Nicaragua para los actos de traición».
Tanto Téllez como Torres son actualmente dirigentes del movimiento Unión Demócrata Renovadora (Unamos) que nació como Movimiento Renovador Sandinista (MRS) en 1995, cuando sucedió la primera gran división del sandinismo liderado por un grupo de dirigentes de ese partido que se oponían al liderazgo sin relevo de Daniel Ortega, que ya para esa época iniciaba un proceso de desmantelamiento de las estructuras partidarias para colocar en puestos clave a sus más leales seguidores con miras a apoderarse de esa organización política y convertirla en lo que es hoy: un feudo personal al servicio de sus antojos dictatoriales.
Dora María Téllez, de universitaria a luchadora contra dos dictaduras
Nacida el 21 de septiembre de 1955 en Matagalpa, en el seno de una familia poco convencional, pues su padre, Ramón Téllez Morales, era un anticlerical declarado y su mamá, María Dora Argüello era religiosa, Dora María Téllez Argüello, también conocida «Comandante 2», llevó una vida relativamente sin sobresaltos en su natal Matagalpa donde, según ella misma ha contado, todos los fines de semana su padre la llevaba a uno de los cerros aledaños a enseñarla el uso de las armas y fue ahí donde hizo sus primeros disparos cuando solo tenía 11 años, y en esa misma ciudad realizó sus primeros estudios hasta el bachillerato en el Colegio de Señoritas San José.
Actualmente es conocida como historiadora, política, y comandante guerrillera. Antes de incorporarse el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), estudió medicina en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en León, a donde llegó en 1973 y fue ahí donde la contactaron para incorporarse al movimiento guerrillero. Pasó a la clandestinidad en 1976 y dentro de esa organización, escaló gracias a sus constante participación en diferentes acciones guerrilleras hasta llegar a ser comandante del Frente Occidental Rigoberto López Pérez, destacamento encargado de tomarse militarmente los departamentos de León y Chinandega.
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El 22 de agosto de 1978, con solo 22 años, fue la tercera al mando de la famosa «operación Chanchera», el asalto al Palacio Nacional (Parlamento) mediante el cual el sandinismo sacó de la cárcel a 50 de sus presos que estaban en las cárceles somocistas, entre ellos a Tomás Borge Martínez.
En 1979, Dora María Téllez dirigió la toma de la ciudad de León, la primera en caer en poder de los sandinistas durante la ofensiva final contra la dictadura de ese entonces.
Al llegar al poder el movimiento guerrillero, fue vicepresidenta del Consejo de Estado, luego ministra de Salud durante todos los años 80 y tras las elecciones de 1984 fue diputada.
Tras la salida del FSLN del Gobierno por la derrota electoral que le propinó doña Violeta Barrios de Chamorro en las elecciones de 1990, Téllez realizó estudios de Maestría en Historia en la Universidad Centroamericana (UCA). Su tesis «Muera la Gobierna» versó sobre el proceso del despojo de sus tierras a los indígenas de Matagalpa y Jinotega, causado por la colonización del Estado nicaragüense en los años 1820-1890. Además, fue incorporada como miembro de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua, y también se le distinguió como miembro correspondiente de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala.
En 1995 decide revelarse contra Daniel Ortega que ya para entonces se entronizaba en la dirección del partido sandinista y junto al exvicepresidente de la República, el escritor Sergio Ramírez Mercado, funda del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), con la finalidad de crear una nueva fuerza política que, según dijo entonces, «reivindicara los auténticos valores del sandinismo, la democracia y la justicia social».
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El cuatro de junio de 2008, un año después del regreso al Gobierno del FSLN, Téllez inició una huelga de hambre para protestar contra la «dictadura de Daniel Ortega», su excompañero de guerrillas. El MRS fue «defenestrado» como partido político legal pocos días después. La exguerrillera suspendió su huelga de hambre el 16 de junio, luego de que los médicos le dijeran que sufriría daños irreparables si continuaba con su ayuno, pero prometió iniciar «una nueva etapa de lucha» contra lo que denominó la política dictatorial de Daniel Ortega.
En el 2018, al estallar las masivas protestas populares que reclamaban libertad y respeto al estado de derecho en el país, los seguidores de Ortega iniciaron una campaña acusatoria en la que echaban la culpa al MRS de haber organizado los tranques y las manifestaciones multitudinarias.
La mañana del 13 junio de 2021, la legendaria comandante guerrillera, que había prometido nuevas formas de lucha contra la dictadura de Ortega, fue apresada por efectivos policiales que allanaron su casa. La Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), agrupación de movimientos políticos al que pertenece Unamos, ha denunciado que oficialmente la exguerrillera oficialmente está desaparecida porque el régimen no ha revelado su paradero ni ha permitido ni a sus abogados ni familiares que la vean.
Hugo Torres, rescató de la cárcel a Daniel Ortega, su hoy verdugo
Actualmente está privado de su libertad en alguna de las celdas de la Policía, acusado de «traición a la patria», pero el general retirado Hugo Torres Jiménez, aunque el sandinismo que dirigen los Ortega-Murillo no lo reconocen, es un exguerrillero considerado héroe por su destacada participación en la lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza que fue derrocado por la vía armada y el respaldo popular en 1979.
Nació en una comunidad fronteriza entre Nicaragua y Honduras, en El Espino, en el departamento de Madriz, un 25 de abril de 1948 y desde muy pequeño fue llevado a León, donde creció y estudió. Su padre fue un soldado de la Guardia Nacional de Somoza, que llegó hasta el grado de subteniente, su mamá .
General en retiro del Ejército de Nicaragua, Hugo Torres. Foto: La Prensa
Hugo era estudiante de Derecho cuando se incorpora a la vida clandestina a principios del año 1974. En esa época, cuando Daniel Ortega cumplía siete años de estar preso en las cárceles somitas tras haber sido capturado por su participación en el asalto a un banco en los operativos que llamaban «recuperación económica» para la guerrilla, Torres forma parte del comando guerrillero que realiza la operación «Diciembre Victorioso», en el asalto a la casa de José María “Chema” Castillo. Ortega, fue rescatado de la prisión gracias a esta operación en la que aquel joven de 26 años arriesgó la vida.
Luego de esa operación guerrillera, Torres pasa a la montaña y al darse la división del FSLN en tres tendencias, se suma a la facción llamada tercerista o insurreccional, que era la que dirigían los hermanos Daniel y Humberto Ortega.
En el año 1978 forma parte del comando guerrillero que asalta el Palacio Nacional, otra espectacular operación que permite la liberación de todos los presos políticos. Aquí ya hace equipo con Dora María Téllez, pero él es el único que participó en las dos grandes operaciones político-militares efectuadas por el FSLN en toda su lucha y en las dos arriesgó la vida para rescatar de la cárcel a dirigentes de esa organización que luego se convertirían, uno en el dictador (Ortega) y el otro en uno de los ideólogos de la dictadura (Borge Martínez). Tomás, ahora fallecido comandante sandinista, confesó una vez públicamente que él le había recomendado a Daniel Ortega que hiciera lo que tuviera que hacer pero que nunca entregara el poder.
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Al tomar el poder el sandinismo, por las armas en 1979, Torres es nombrado comandante guerrillero y de Brigada y fue el primer jefe de la Seguridad del Estado, cargo que solo ocupó por tres meses para luego pasar a la dirección política el Ejército donde ostentó el grado de Coronel durante todos los años 80.
En 1990, tras la salida del poder del FSLN y la desaparición de la Seguridad del Estado, fue fundada la Dirección de Inteligencia para la Defensa (DID) y Torres fue su primer jefe, también por un periodo de pocos mees. Se retiró con el grado de General. y luego se incorporó al llamado reflexión política, crítico a la actual conducción del FSLN y después pasó a formar parte del MRS que ahora se llama Unamos.
El general retirado, al igual que Dora María Téllez, es señalado de ser autor intelectual de las protestas sociales del 2018. Recientemente uno de los agentes de la propaganda gubernamental William Grigsby, en un programa que dirige dijo que el sandinismo ahora iba contra unos «soldaditos» que salieron del Ejército para servir al imperio (Estados Unidos) y ser «vendepatria» en clara alusión al general Torres.
Se lo merecen estar en el chipote, no es lo mismo mandar a las personas a la calle hacer cosas indebidas y porque ellos no fueron, defienden sus dólares que les viene de los impuestos de los ciudadanos de Estados Unidos
Sólo un llamado a los policías que asedian y maltratan a nuestra gente, que recapaciten
Que vean como su Comandate trata a quienes dieron sus vidas por el y los tiene en Cárcel… Qué pueden esperar ellos…
Que no sean crueles con su propia gente. Compación!!!