El obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez y el párroco de la Iglesia San Miguel Arcángel, de Masaya, padre Edwin Román, saludaron a las madres nicaragüenses en su día y recordaron con expresiones de solidaridad el tercer aniversario de la masacre a la marcha de las madres, en la que fueron asesinado al menos 17 jóvenes víctimas de balas disparadas por francotiradores bajo las órdenes de la dictadura Ortega-Murillo, según organismos de derechos humanos.
La homilía del obispo matagalpino fue dedicada a la festividad de la Santísima Trinidad y Día de la Madre nicaragüense. El jerarca aprovechó el sermón para dedicarle «unas palabras» a las madres nicaragüenses, «la mujer que dijo sí a la vida, desde la fecundación hasta que lo ve partir en su muerte. La mujer bajo cuya mirada todos crecimos y fuimos educados. La mujer del sufrimiento, del silencio», dijo el sacerdote.
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Agregó que debe recordarse «a la madre nicaragüense que se desvela en noches que parecieran interminables, esperando al hijo de sus entrañas, a la mujer que educa, que reza y que enseña a rezar. A la que ve partir a su hijo con el miedo que no regrese, a la que lo busca en la cárcel, en el hospital, a la que es capaz de defenderlo aún a costa de su propia vida. A la madre que tiembla de dolor por no saber dónde se esconde el hijo, viviendo en la clandestinidad, cuándo tendrá que pasar de un lugar a otro, la madre del exiliado, del migrante, del privado de libertad.
La madre que migra con un futuro incierto. La madre, la mujer que es sustento, substancia como decía Pablo Antonio Cuadra, es decir, la que está debajo sosteniendo todo el andamiaje, toda la construcción de la familia, de la sociedad y de la misma Iglesia. La madre fundamento. La que ha sepultado a su hijo, sin poder acercársele, porque ha muerto producto de la pandemia».
Por su parte, el párroco de la Iglesia San Miguel, de Masaya, Edwin Roman, durante su homilía resaltó que el dolor de cada madre nicaragüenses, el dolor del pueblo de Nicaragua, es también su dolor y llamó a los actores políticos del país a jugar su papel en torno a la preparación de condiciones para las elecciones presidenciales del próximo siete de noviembre.
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«Es preocupante el desarrollo en que se vive en Nicaragua, debemos apelar a la clase política que tome conciencia del llanto y de la sangre que se ha derramado y que no vengas unos ahí a tomarse una lucha que no les ha costado, están unos por ahí que no se sudaron ni se expusieron. Están unos ahí en aire acondicionado haciéndose dueños de una lucha que no les ha constado», criticó el párroco.
Al referirse a la masacre ejecutada por el régimen el 30 de mayo del 2018, el sacerdote Román mencionó que «ya se sabe quiénes son los actores intelectuales de los crímenes durante la represión, también conocemos a algunos de los autores materiales. La clase política tiene que jugar su papel».