El precandidato presidencial de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), Juan Sebastián Chamorro, aseguró que la unidad de las fuerzas opositoras no fue posible porque entre los dirigentes políticos de la oposición hay desconfianza y eso conllevó a que, en lugar de buscar de verdad una alianza entre Ciudadanos por la Libertad (CxL) que encabeza la Alianza Ciudadanos por la Libertad (ACL) y el Partido Restauración Democrática (PRD), casilla de la Coalición Nacional (CN), se dedicaran a lanzarse acusaciones y descalificaciones.
«Tras el fallido acuerdo de unión entre el PRD y CxL han surgido una serie de acusaciones, recriminaciones y señalamientos que solo confirman porqué no se concretó la unidad. En uno de los bandos se dice que lo que busca el otro (CxL) no es ganar las elecciones, sino únicamente convertirse en la segunda fuerza política del país; y a lo interno del otro grupo (CxL) algunos aseguran que no necesitan a nadie para ganar las elecciones», señala Juan Sebastián Chamorro en un artículo de opinión publicado en su sitio personal en internet.
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Para Chamorro, estos señalamientos dejan claro que no se pudo consolidar la unidad, porque «los dirigentes políticos no confían entre ellos. Además, creen que no necesitan del otro para enfrentar a la dictadura en las elecciones del 7 de noviembre. No hubo unidad porque para que se diera, primero había que haber fraternidad».
Además, el aspirante a la Presidencia critica que en el caso del PRD, lejos de disipar los humos de la división durante su congreso celebrado el 15 de mayo «en lugar de enfocarse en los planes para derrotar a la dictadura se habló más de los “otros”. Se criticaron sus deseos, de ser segundones, de querer volver al modelo de convivencia previo a abril de 2018 y del supuesto aterrizaje suave que quieren para el dictador».
«En lugar de denigrar compitamos»
En ese sentido, el excoordinador de la ACJD propone que todos los aspirantes a convertirse en el candidato único a la Presidencia de la oposición desarrollen una competencia sana y haciendo propuestas para sacar al país de la crisis política y económica en un escenario postdictadura.
«De aquí en adelante, en lugar de denigrar al contendiente, lo que debemos hacer es una competencia sana entre los opositores; para disputar en buena lid la candidatura única a la Presidencia de la República», recalcó.
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Esa competencia sana se logra intercambiando ideas, debatiendo públicamente y demostrando de qué estamos hechos cada uno de los precandidatos. Demos hacer públicas las ideas que tenemos para sacar al país de la crisis política y económica que enfrenta. Así la gente podrá apreciar, aprender y tendrá la información necesaria para elegir al que considere más indicado para competir por la presidencia, dice Chamorro.
Para lograr ese objetivo, indica que se deben recolectar datos mediante encuestas que recojan el nivel de popularidad de cada precandidato; también, la percepción de la población sobre las cualidades que tiene cada uno para gobernar.
«Entonces lo que debemos hacer ahora, es movernos a una pista de carreras donde los precandidatos corramos en la competencia de las ideas. Y no entrar al ring donde Ortega nos quiere meter a una pelea dominada con sus reglas mañosas. Tenemos que ir a correr y competir en una pista igual para todos, frente a la población que es la que tiene el derecho de decidir quién es el más apto y apropiado para ganar la candidatura; para que luego gobierne para enrumbar a Nicaragua hacia el futuro anhelado», dice la publicación del aspirante a la Presidencia..
Además, asegura que su intención al entrar a la competencia por la primera magistratura del país, no es convertirse en segunda ni tercera fuerza de nadie sino «ganar; y si al final hay segundos o terceros, serán los sandinistas», pues esta lucha es «por los caídos y sus madres que exigen justicia; por la liberación de los presos políticos y por el retorno seguro de los exiliados; y no para regresar a ningún tipo de privilegios, que además nunca he defendido».
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También cataloga de «enorme equivocación» el hecho que los políticos, de un lado y del otro, «denigran al contendiente, mientras (Daniel) Ortega disfruta de estos ataques».
Legitimar la elección del candidato único
Chamorro sugiere que se realice la competencia entre todos los precandidatos para legitimar ese proceso y de esa forma demostrar que «en Nicaragua existe una oposición seria; que contrasta con una dictadura cada vez más ausente de las necesidades de los nicaragüenses».
«Si logramos establecer ese mecanismo de competencia sana, estaremos haciendo unidad en la acción y legitimaremos el proceso interno de selección del líder de la oposición. Esto es muy relevante porque le daríamos esperanza a la población; inspiraríamos a la gente a hacer uso del poder que les otorga el voto; y con ello evitaríamos uno de los principales problemas que se puede presentar, el potencial abstencionismo que podría caracterizar las elecciones del 7 de noviembre», finaliza el dirigente opositor.