La expresentadora de noticias Aminta Ramírez sorprendió con el anuncio, a través de sus redes sociales, que se separa de la llamada Unidad Republicana (UNIR), que encabeza el conservador Alfredo César, a la que se había incorporado a penas mes y medio atrás, y de la que era «directora» por Sociedad Civil.
Sin aportar mayores detalles, Ramírez se limitó a decir que «considero que Nicaragua necesita tener un mejor ambiente para ir a elecciones justas que den a los nicaragüenses la seguridad y confianza que tanto necesita».
Después de aparecer en un acto público junto al controversial presidente del Partido Conservador, Aminta Ramírez recibió una serie de mensajes y comentarios públicos en sus redes sociales y noticias que hablaban de su ingreso a la política, en los que le advertían sobre el riesgo de mezclarse con veteranos actores políticos señalados de colaborar con la dictadura de Ortega.
Sin acusar a César ni a ningún otro líder de esa plataforma política, en su comunicado de retiro de UNIR, Ramírez se limita a sugerir que «es vital obtener una victoria contundente dando paso al relevo generacional en el cual he creído y que aquellos que cuentan con la experiencia política y mente brillante, sean hoy nada más que esos asesores que empujen, propongan y acompañen a las nuevas generaciones».
La joven política tampoco se muestra interesada en incorporarse en ningún otro grupo partidario, pero agrega que espera que se logre «la unidad tan esperada entre todos los sectores cuyos protagonistas no obedezcan a las agendas progresistas y comunistas, tal y como lo he venido señalando desde tiempo atrás».
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En sus pocos días como parte del directorio de UNIR, Ramírez abanderó como uno de sus ejes políticos el discurso «pro vida» y arengó contra organizaciones y actores políticos por publicaciones y demandas en favor del aborto. También atacó a periodistas y medios de comunicación, a quienes señaló de «mentir», «manipular» y «publicar sin investigar» sobre sus esporádicos aliados, quienes han sido acusados de operar como agentes satélites del régimen de Ortega.
Consultada por Artículo 66 sobre su decisión de abandonar a Alfredo César, Ramírez contestó escuetamente que «únicamente pongo a su disposición lo expresado en mis redes sociales».
Agregó además, que su cargo de «directora de Sociedad Civil» en UNIR sería ocupado por su suplente Anielka Santamaría.
UNIR hace aguas
En días pasados, esta misma organización encabezada por César llamó a una conferencia de prensa en la que supuestamente presentarían a un nuevo director. Durante la rueda de prensa, César, Ramírez y otra persona se sentaron en la mesa, frente a los periodistas para informar sobre la incorporación en esa directiva del líder campesino Víctor Díaz, un disidente de la facción campesina de Medardo Mairena. Díaz se abrió paso y se fue de la sede de UNIR intentando desmentir con gestos la presentación que querían hacer los cabecillas de la plataforma política.
Tras su salida, los periodistas siguieron a Díaz, y el campesino dijo apresurado que iría a consultar con sus bases si se incorporaba o no al directorio de UNIR. Dos semanas después, la misma Aminta Ramírez publicó fotos con las supuestas firmas de Víctor Díaz, con lo cual, al parecer, el líder campesino estaría aceptando el nombramiento. En sus publicaciones, Ramírez declaraba, con sorna, que esas eran las fotos de la «emboscada», en algunas de las cuales, Díaz aparecía sonriente.
Horas más tarde, Víctor Díaz volvió a desmentir a los directores de UNIR y concluyó diciendo que esas firmas habían sido plasmadas en una «lista de asistencia». Desde entonces no se sabía más información de la organización de Alfredo César, que con la salida de Ramírez termina más cabizbaja.
La controversia en torno al presidente del Partido Conservador, Alfredo César se remonta a su papel en la política nicaragüense desde hace más de 40 años, pasando incluso por la Junta de Gobierno sandinista después del triunfo de la Revolución, de 1979; hasta su actuación como partido satélite de Ortega que le ha permitido mantenerse como diputado en la Asamblea, controlada por la tiranía.
En las elecciones municipales de 2012, el Partido Conservador, del que César en ese entonces era vicepresidente, inscribió a centenares de muertos y migrantes como candidatos a alcaldes y concejales en todos los municipios del país. El programa de televisión Esta Semana, que dirige el periodista Carlos Fernando Chamorro, presentó una serie de testimonios de algunos de los familiares de víctimas del Partido Conservador, lo que evidenciaba la maniobra delictiva de los conservadores y al menos tres partidos políticos de maletín, que habían nutrido sus listas de aspirantes del llamdo padrón pasivo.