Con 20 votos a favor, 18 abstenciones y ocho en contra, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas puso otra vez contra las cuerdas al régimen de Daniel Ortega tras aprobar una nueva resolución contra la administración de turno en la que condena la represión que se vive en el país en el contexto de la crisis sociopolítica que inició en abril de 2018.
La ONU pide proteger los Derechos Humanos de los nicaragüenses y con ello, llama a respetar la libre movilización y la protesta pacífica. También demanda la liberación de los presos políticos. A favor de la resolución se unieron países como Costa Rica, Alemania, Francia y Uruguay, e inesperadamente la propuesta también recibió el respaldo de México y Argentina, quienes habían apostado en ocasiones anteriores por abstenerse o votar en contra.
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Por su parte, la dictadura, a través de su enviado especial, el sancionado asesor presidencial Paul Oquist, calificó de «politizada» la resolución e insistió que los argumentos planteados siguen la línea de las «grandes mentiras que reflejan las posiciones golpistas».
La vicedictadora Rosario Murillo reaccionó en su monólogo molesta por la resolución sin hacer alusión a la aprobación de la ONU. Insistió que Nicaragua ya dejó de ser colonia y que son unos poquitos los que responden a intereses imperiales y extranjeros. Igualmente, siguió con su discurso de los supuestos logros del régimen, quien según ella dejó atrás los tiempos «de oscuranas y miserias» en los que mantuvieron los gobiernos liberales al país entre 1990 y el 2006.
El candidato presidencial de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), Juan Sebastián Chamorro, participó en un «conversatorio» sobre el proceso de inscripción de aspirantes a la Presidencia de Nicaragua promovido por el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), que forma parte de la Alianza Ciudadana. Chamorro advirtió que pese a su interés no será un candidato de la oposición dividida ni de bloques ni tucos.
La presidenta de Ciudadanos por la Libertad (CxL), Kitty Monterrey, insinuó que la marcha que realizó el partido regional Yatama el 21 de marzo se debe a un posible amarre con el régimen. Monterrey, aprovechándose del sarcasmo, retó a George Henríquez, precandidato presidencial de Yatama, a montar una movilización similar en Managua para poner a prueba a la Policía.
Las declaraciones llegan después que Henríquez llamara a los líderes del pacífico a salir a las calles exigiendo libertad y justicia para Nicaragua. Monterrey, en tono irónico, manifestó «quererse trasladar a Bilwi para marchar».
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El líder costeño respondió a Monterrey. A través de su cuenta de Facebook Henríquez escribió: «Podrían decirle a Miss Carmela “Kitty Monterey” que si viene aquí a la costa nadie la va a recibir. CxL no tiene estructuras, desde la comodidad de un hotel no se botan dictaduras, Yatama tiene una historia colectiva luchas que no se hacen en hoteles», recalcó. Pese a ello, llamó a ese grupo a conformar un solo bloque opositor de la mano de la Coalición Nacional.
El precandidato presidencial de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), Félix Maradiaga, salió en su defensa y respondió por los señalamientos de corrupción y nepotismo que le achaca el medio de comunicación Trinchera de la Noticia. Al politólogo le atribuyen esos actos en su etapa de funcionario público durante el Gobierno de Enrique Bolaños.
Maradiaga tildó la información de «manipulada» y alejada de la verdad. Asimismo, aseguró que es «un ataque más, como muchos otros que vendrán, por aquellos que se sienten amenazados por el proyecto de nación y unidad nacional» que él impulsa. Recalcó que nunca recibió sobresueldos ni cargos indebidos y que de eso hay constancia en la Procuraduría General de la República y que su maestría en Harvard la terminó de pagar con un préstamo.