La vocera y vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, mostró su inconformidad por la resolución del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, sin mencionarlo. La ONU condenó este martes, 23 de marzo, la represión que se vive en el país en el contexto de la crisis sociopolítica que inició en abril de 2018.
«Esta es nuestra patria, esta es nuestra tierra, aquí es donde nacimos, donde vivimos y donde creamos porvenir, No somos hijos de dominio, que potencias imperiales han venido destruyendo el mundo a lo largo de los siglos y más ahora con tanta arrogancia», expresó Murillo.
Además, la primera dama dijo negarse a aceptar, lo que ella llama imposición por parte de la comunicad internacional, que ha llamado a restablecer procesos democráticos y a respetar el derecho a la protesta y reunión pacífica. «Es negación lo que sentimos en la conducta de los imperios, de las potencias imperiales (…) Negando un mundo de alta conflictividad que ellos mismos vienen creando…».
Noticia relacionada: Rosario Murillo reconoce apoyo internacional para obtener gratis vacunas contra COVID-19
La vicedictadora despotricó contra los países u organizaciones que ha condenado los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen orteguista desde el 2018; «nunca han aceptado sus responsabilidades por un pasado de genocidios, porque eso es lo que hemos conocido como familia humana, como seres humanos».
Apoyándose de la supuesta religiosidad que profesa, Rosario Murillo afirmó que pide a Dios que «abra los ojos de los que no quieren ver, porque el mundo solo puede salir adelante viendo y creando verdades, comunicándonos, cooperando; defendiéndonos para protegernos de la destrucción que nosotros mismos creamos como familia humana».
En referencia a la comunidad internacional, Murillo señaló que «de comunidad tienen muy poco, porque no entienden y sobre todo las potencias acostumbradas a dominar, a humillar; no entienden que este mundo es otro y que ya no puede dominar o humillar como antes y que cada país y cada pueblo tiene conciencia y que nos corresponde a cada país y a cada pueblo seguir caminos, construir y desarrollar nuestros modelos sin voces arrogantes que nos quieran indicar el rumbo de su conveniencia, no de la nuestra».
Murillo molesta por espaldarazo de la comunidad internacional
Luego de los 20 votos a favor de la resolución de Nicaragua y donde México y Argentina le dio la espalda a la dictadura orteguista, la esposa de Daniel Ortega, tildó de «cuantitos» a los países que exigen se respeten los derechos de los nicaragüenses, demás llamó mentirosos a los defensores de derechos humanos que denuncian los atropellos en contra de los nicaragüenses.
Noticia relacionada: Rosario Murillo tilda de «rostros amargos y ácidos» a la oposición mientras exige «respeto» para su régimen
«Sabemos que la verdad es eterna, las mentiras no avanzan, destruyen a los que mienten y se autodestruyen. Pueden hacer mucho daño a como lo han hecho a lo largo de la historia, pero la verdad siempre resplandece», recaló la vicemandataria, quien agregó que «caen por su propio peso las voces disonantes que quieren seguirnos viendo como colonias. No somos colonia de nadie y no somos tampoco siervos ni esclavos de nadie».
Rosario Murillo aprovechó el anuncio de que la comunidad de Cañas Blancas, en Jinotepe, contará con el servicio de energía eléctrica para despotricar contra los gobiernos liberales. «Recordemos cómo estaba Nicaragua cuando llegó el pueblo al gobierno en el 2007, a oscuras, con apagones de casi 24 horas en todas partes, pero ahora casi el 100 porciento del país está con energía».
«Esa es la lucha contra la pobreza, esas son las verdades inobjetables. Solo el ciego que no quiere ver, solo el sordo que no quiere oír, solo el que no tiene ojos para ver (…) Claro, algunos no conocen la realidad de un un gobierno que lucha de sol a sol para vencer la pobreza…».
La vicedictadora concluyó su alocución afirmando que «nunca más seremos humillados por esas voces, por esos talentos imperiales que creen que se dejan oír, pero el amor es más fuerte que el odio y con amor todo podemos y todo vencemos. Queremos dejar atrás el odio y la pobreza y no dejar que se arrebate los bienes del pueblo para quedar en manos de quienes ya sabemos que se apoderan de lo que no les pertenece».