El Estado de Nicaragua junto a sus gobernantes resultaron en la lista de los peores evaluados en cuanto a adhesión al Estado de derecho. También los aplazaron con el segundo puesto como el gobierno más arbitrario en el mundo, según los resultados del Índice de Estado de derecho a nivel mundial dado a conocer este lunes por el organismo «Proyecto de Justicia Mundial» (WJP), por sus siglas en en inglés.
Con la premisa de que «un Estado de derecho efectivo reduce la corrupción, protege a las personas de las injusticias y combate la pobreza», el WJP ubica al régimen de Daniel Ortega como el segundo gobierno más arbitrario a nivel mundial de los 128 países analizados.
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El dirigente político opositor José Pallais explicó a Artículo 66 que el reporte del WJP constituye una fuente principal de información independiente y de primera mano sobre el Estado de derecho en el mundo, que es tomado en cuenta para diversos fines entre ellos, la inversión extranjera y la seguridad para viajar. Nicaragua sale tan mal evaluado a nivel regional donde solo es superado por Bolivia y Venezuela y a nivel global en cuanto a límites al poder de los gobernantes sale en el segundo ligar.
«El Estado de derecho es el sustento de comunidades de igualdad, oportunidades y paz. Además de que funge como la base del desarrollo, de gobiernos transparentes que rinden cuentas y del respeto a los derechos fundamentales. Los problemas cotidianos de seguridad, derechos, justicia y gobernanza nos afectan a todos; de forma que el Estado de derecho es un tema que nos involucra a todos», explicó Pallais, quien también es asesor político del movimiento Fuerza Democrática de Nicaragua (FDN), que a su vez es integrante de la Coalición Nacional.
El WJP analiza el Estado de derecho partiendo de indicadores como límites al poder gubernamental, ausencia de corrupción, gobierno abierto, derechos fundamentales, orden y seguridad, cumplimiento regulatorio, la justicia civil y la justicia penal.
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En cuanto a los límites al poder gubernamental, la evaluación que le dan al régimen de Daniel Ortega, según indica el político Pallais, es desastrosa. para evaluar este indicador, miden si quienes gobiernan están sujetos a la ley, Incluye los mecanismos constitucionales e institucionales que limitan a los funcionarios y agentes del gobierno, y que les obligan a rendir cuentas.
También incluye los controles no gubernamentales, como una prensa libre e independiente. Daniel Ortega es visto como el segundo gobernante más arbitrario en todo el mundo, ocupa la posición 127 de 128 países analizados, es decir, que no respeta los límites legales. «Es el segundo país con el poder gubernamental más arbitrario del mundo», indicó Pallais.
Asimismo, en cuanto al índice que mide la ausencia de corrupción en el gobierno analizan tres formas de corrupción gubernamental que son: sobornos, influencias indebidas por intereses públicos o privados, así como la apropiación indebida de fondos públicos u otros recursos. Se analiza la corrupción en el Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, la Policía y el Ejército y entre los 128 países analizados Daniel Ortega y su régimen aparacen en la posición 105.
Al analizar la apertura del Gobierno, que basa la evaluación en si publican información, empodera a las personas con herramientas para exigir rendición de cuentas, y si fomenta la participación ciudadana en la toma de decisiones el país es colocado en la posición 108.
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En el tema del respeto a los derechos fundamentales como condición indispensable para que haya un favorable Estado de derecho, respetar los derechos fundamentales reconocidos por el derecho internacional; la dictadura Ortega-Murillo es colocada en el puesto 116. Tomando en cuenta que mientras más alta sea la posición, es más negativo, Pallais opinó que la situación de Nicaragua es muy mala en todos los índices analizados.
En el tema de la seguridad es el único en el Nicaragua baja del 100, pues aparece en el puesto 73. Al evaluar si las personas pueden resolver sus agravios de forma pacífica y efectiva a través del sistema de justicia civil, la accesibilidad, imparcialidad, y efectividad de los mecanismos alternativos de solución de disputas el sistema judicial de Nicaragua que es declaradamente leal al gobierno Ortega-Murillo es ubicada en la posición 120, entre los peores sistemas judiciales civiles del mundo. Y en cuanto a la justicia penal, la posición del país es la 121, escala un puesto más entre los peores sistemas de justicia penal.