Medios de comunicación norteamericanos dan por ganador definitivo al exvicepresidente Joe Biden, quien según las proyecciones dadas a conocer este viernes, 13 de noviembre, se alzó con la victoria en el estado de Georgia con lo que suma 16 votos electorales más y totaliza 306, sobrepasando con amplia diferencia los 270 votos electorales necesarios que establece la Ley de Estados Unidos para ganar la presidencia de ese país.
En tanto, señalan que el actual mandatario Donald Trump es el ganador del estado de Carolina del Norte y con ello totalizaría 232 votos electorales. Los últimos recuentos de los comicios en la potencia del norte se dan a conocer en medio de lo que ha sido considerado como una advertencia hecha por el Ejercito norteamericano a Trump a quien le dejan claro que las fuerzas armadas van a obedecer a la Constitución de ese país ante cualquier actitud dictatorial.
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La victoria de Biden en Georgia y en Arizona es considerada histórica dado que los demócratas no ganaban una elección en ese estado desde 1992, cuando la había ganado Bill Clinton.
Joe Biden es el primer demócrata que gana en Arizona desde 1996. Aquel año, Bill Clinton se adjudicó el estado tradicionalmente republicano, hogar de Barry Goldwater, pero fue porque un tercer candidato dividió el voto republicano. Antes de Clinton, Arizona no votaba por un demócrata desde Harry Truman en 1948. En el caso de Georgia, ese Estado sureño no votaba demócrata desde Clinton en 1992, y básicamente por el mismo fenómeno de división del voto conservador. Antes de eso, Georgia había votado al demócrata Jimmy Carter (1976 y 1980), porque era senador por ese estado. El sur de Estados Unidos dejó de votar demócrata a partir de los años 60.
El resultado final de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que fueron celebradas el pasado 3 de noviembre quedaría dándole 306 votos electorales al demócrata Joe Biden y 232 para el presidente republicano Donald Trump.
Los analistas norteamericanos consideran que las aspiraciones de Trump de llevar el resultado a los tribunales o de convencer a los estadounidenses de que ha sido una elección ajustada, que ha caído del lado demócrata debido a malas maniobras, se alejaron casi definitivamente este viernes con las proyecciones de resultados definitivos. El virtual ganador Joe Biden ha dado la vuelta, aunque sea por la mínima, a dos estados tradicionalmente republicanos, una victoria que envían señales preocupantes sobre el futuro del partido de Trump.
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Arizona era considerada la última joya republicana del oeste, donde todos los estados con cierto peso de población han ido cayendo del lado demócrata en una tendencia consistente desde hace 25 años. La población latina, joven y urbana hizo demócrata California en el cambio de siglo, y después el fenómeno se fue repitiendo en Nevada y Colorado. Con Arizona, que no había votado demócrata en este siglo, cae una de las piezas más preciadas de los republicanos en el oeste. Ni Nevada, ni Colorado, ni California han vuelto atrás después de votar demócrata. En en el caso de Georgia, Biden ha conseguido una victoria histórica gracias a años de movilización del voto afroamericano.
Militares lanzan un «misil» de advertencia a Trump
En medio de las insinuaciones del actual presidente norteamericano de desconocer los resultados electorales en algunos estados alegando que hubo fraude y ante una serie de destituciones que ha ordenado el mandatario en el Ministerio de Defensa de Estados Unidos, el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley, hizo declaraciones claramente dirigidas a Trump advirtiéndole que las fuerzas armadas le deben fidelidad únicamente a la Constitución de ese país.
«Somos únicos entre los ejércitos. No hemos jurado defender a un rey o a una reina, a un tirano o a un dictador. No hemos jurado defender a un individuo. No hemos jurado defender a un país, a una tribu o a una religión. Hemos jurado defender la Constitución», dijo el general Milley, según un video divulgado por la cadena CNN.
A ver si los soldaditos de plastico de Nicaragua, dejan de venderse y defienden por primera vez a la constitucion y al pueblo de donde salieron y es quien paga sus sueldos.
¡Qué declaración tan maravillosa! ¡Magnificente! El ejército de Nicaragua es una vergüenza. Un ejército cómplice de la dictadura orteguista corrupta y despiadada. Un ejército traidor de su Pueblo. Además, una policía que se volvió guardia personal del dictador y sus adeptos. ¡La vergüenza del Mundo!