El reciente artículo de Sergio Ramírez Mercado publicado en más de una docena de periódicos de habla hispana nos recordó al protagonista de sus exitosas novelas policiacas, el Inspector José Dolores Morales.
Este personaje, es una especie de Sherlock Holmes criollo. Observador, sagaz, curioso, incansable, y hasta metiche, originario, supongo, de los barrios de la vieja Managua, donde sus amigos del vecindario o compañeros de clase le llaman Chepelolo, contracción de José Dolores y lo cual era común en esas gavillas el uso de éstas, apodos o sobrenombre.
Ramírez Mercado introduce al famoso inspector de «El Cielo llora por mí», y «Ya nadie llora por mí», en el escabroso, misterioso y difícil caso de la explosión de la capilla de la Sangre de Cristo y que según versión de arriba fue producto de una veladora, afirmación cotejada, ampliada y refrendada por los mejores inspectores y peritos de su policía.
Dada la capacidad de José Dolores, este caso es una misión que le encomienda su autor y de lo cual esperamos que salga airoso ante los increíbles vericuetos de las autoridades y la afirmación, llana y valiente del cardenal Brenes que se trató de un acto terrorista.


Si me permite el inspector Morales, si logra salir vivo y concluyente de ésta, le solicito como adicto a las novelas policiacas , trate de escudriñar en otras no menos peligrosas, como por ejemplo.
Desenmascarar a los autores o autoras intelectuales de las macabras falsificaciones de datos del Minsa sobre el Covid-19 y producto de las mismas, miles han muerto sin que sus familias pudieran velarlos. Le recomiendo auscultar el método que se utilizó en las últimas dos elecciones donde ocurrió algo parecido, pero en vez de disminuir muertos aumentaron vivos.
Que nos ayude a descubrir como la Policía siendo tan ineficiente ha tenido en los últimos meses la suerte de decomisar millones de dólares supuestamente del narcotráfico incluso en camionetas destartaladas o revueltas con sandias.
Que investigue en el escasísimo personal del Consejo Supremo Electoral la capacidad de consumir en un año más de medio millón de córdobas en café y azúcar y su relación con el incremento de diabéticos y adictos a la cafeína en ese organismo.
Hay otras misiones, pero las dejaremos para otra ocasión porque tampoco quisiéramos adelantarnos a la tercera novela del laureado escritor donde estamos seguros habrá mucho material que descubrir para el Inspector José Dolores Morales.