Este lunes, el excanciller Francisco Aguirre Sacasa será sentado en el banquillo de los acusados en audiencia preliminar por el delito de “receptación de objetos robados” en el Juzgado Noveno Distrito Penal de Audiencias de Managua.
Aguirre Sacasa se enfrentará a la justicia sandinista, que lo acusa de comprar dos campanas de bronce robadas de la Parroquia San José Obrero, en Granada, por la suma de 3,400 córdobas.
«Estamos pecho al suelo» fueron las palabras del excanciller al ser consultado por Artículo 66, quien prefirió guardar silencio, mientras definía estrategias con sus representantes legales para enfrentar el juicio.
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El artículo 226 del Código Penal de Nicaragua, establece que comete el de delito de «Receptación» la persona que «compre, reciba u oculte bienes o valores provenientes de un delito, conociendo su ilícita procedencia, será castigado con la pena de prisión de uno a tres años o de 50 a 300 días multa o trabajo en beneficio de la comunidad de 90 a 300 días de dos horas diarias».
Exdiplomático insiste en inocencia
El opositor liberal aseguró, en días anteriores, desconocer la procedencia ilícita e ilegal de los objetos, y ser llevado mediante engaños a la Dirección de Auxilio Judicial (El Chipote).
Según el exdiplomático, las campanas le fueron vendidas días antes de ser reportadas como robadas, por una persona que se dedicaba a la venta de antigüedades. Sorpresivamente casi un mes después, agentes policiales se presentaron a su casa en búsqueda de los objetos sustraídos, llevando al vendedor en custodia.
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Fue el mismo exdiplomático quien manejó su vehículo para trasladarse hacia El Chipote, donde daría declaraciones como «testigo», no como acusado, relató Aguirre Sacasa, quien permanece bajo arresto domiciliar en «consideración de su edad».
Bajo arresto domiciliar
Junto al exdiplomático, las autoridades acusaron a otras tres personas por el delito de robo con fuerza, a quienes se les decretó prisión preventiva; y ordenaron la captura de dos prófugos.
El excanciller nicaragüense es conocido por sus fuertes críticas a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo y ha denunciado a nivel internacional las graves violaciones a los derechos humanos cometidos por el régimen, siendo un referente en la agenda pública para temas relacionados a política exterior y las sanciones de Washington contra la familia presidencial y sus allegados.
