En nuestro país es común una expresión dentro de la solidaridad, hermandad y sensibilidad que nos caracteriza, cuando recibimos algún ingreso extra ya sea por trabajo, donación, ayuda o remesa , decimos: “Gracias por esas bendiciones”.
Nuestro espíritu cristiano se congracia y se llena de alegría cuando los llega una “bendición” y por lo tanto, damos gracias a la persona que la entrega pero también al Creador por haber dispuesto de esa mano amiga.
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En los últimos dos meses, más de mil nicaragüenses que trabajaban en otros países o en cruceros lograron ingresar al país luego de sufrir múltiples calamidades, tragedias, discriminación, humillaciones ofensas, hambre, y por la actitud de este gobierno, sentirse como apátrida. Una especie de indeseables, a pesar que desde diferentes lugares aportaban a través de las remesas, ¨”bendiciones” para la familia, los amigos y por ende a la economía del país.
Se calcula que este año las remesas familiares, aun a pesar de la crisis por la pandemia, generaran entre 1,500 a 1,600 millones de dólares lo que representa un promedio de casi cinco millones de dólares diario… Leyeron bien…CINCO MILLONES DE DÓLARES DIARIO que convertidos en chancheros, más de 150 millones de córdobas diario.
Las remesas en los últimos años representan casi la mitad de las exportaciones del país. En otras palabras, de cada cien dólares que ingresan como divisas, cincuenta son por remesas …
¡Benditas remesas! Benditos los nicas que dejan el lomo y hasta mueren en el pasillo de un hospital para poder enviarle dinero a sus familiares. Benditos que a pesar de la pandemia continúan sacrificándose para que su familia o amigos no le falte el pan, las tortillas, el gallo pinto, la ropita, y otros gastos que solo pueden suplirlos con esas remesas.
Foto: El Nuevo Diario.
Para el régimen esos nicas, que para la mayor parte de nuestro pueblo nos envían bendiciones, se convirtieron en indeseables.
Les negaron la entrada, los humillaron, los denigraron, los reprimieron, los afrentaron…qué terrible tragedia les hicieron vivir solo porque querían volver a su terruño.
Si lograron ingresar a su patria, no es porque el régimen quisiera, sino por la presión nacional e internacional contra un gobierno inhumano, insensible y cruel.
Lo que si estamos claro, es que no son indeseables. Más bien gracias por sus “bendiciones”.
Los indeseables son otros, y ahora podemos usar el sinónimo de SANCIONADOS.!!