El ataque a los templos católicos no ha cesado en Nicaragua. Este sábado, 25 de julio, el párroco Pablo Antonio Villafranca Martínez denunció el sacrilegio y robo en la capilla El Carmen, perteneciente a la parroquia Nuestro Señor de Veracruz, ubicada en carretera a Masaya.
A través de un vídeo alojado en la página de Facebook, el jerarca mencionó que «se metieron a robar, destrozaron las maniguetas del altar mayor, desnucaron un micrófono, se robaron parlantes, se robaron el amplificador del coro, se llevaron varios cables. Hay cosas que no pudieron sacar, ahí están las huellas de los zapatos, arrancaron parte de la verja externa de la capilla».
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El sacerdote se trasladó a la capilla del Santísimo y manifestó que «esto es lo más doloroso, la alcancía del Santísimo, de la Virgen, totalmente destruida, el sagrario profanado, en el suelo» ante ello el religioso dijo: «Señor Jesús, perdónalos porque no saben lo que hacen».
Ante la profanación, el párroco invitó a los fieles a realizar una «jornada de limpieza interna y áreas externas del templo. Deberemos reponer micrófonos, cables, amplificadores, parlantes, cerraduras, candados, alcancías y reparar todo» y afirmó que «esta es nuestra denuncia no pondremos ninguna ante nadie más».
Con ello plasmó su desconfianza en la Policía Nacional. Además, agregó que «no tenemos más que lágrimas, impotencia, dolor y frustración» e insistió a los fieles a que «nos levantaremos y saldremos adelante» y exhortó a realizar una semana de oración, reparación por el sacrilegio cometido con rosarios, ayunos y oraciones y las eucaristías que se ofrecerán.
Desde abril 2018, los templos han sido el blanco perfecto para que los seguidores del régimen de Daniel Ortega cometan fechorías como pintas, robos y sacrilegios con el fin de imponer el miedo y terror a los guías espirituales que se han puesto al lado del pueblo de Nicaragua y han denunciado la violaciones a los derechos humanos en el país.