Los colegios públicos de Masaya iniciaron este 21 de julio el segundo semestre académico con clases presenciales, pero con precaria presencia de alumnos, debido a que persiste el temor por parte de los padres de familia a que sus hijos sean víctimas de la pandemia del COVID-19.
Al igual que el primer semestre, el Ministerio de Educación, por órdenes de la dictadura de Daniel Ortega, se negó a cancelar las clases presenciales. Sin embargo, algunos docentes aducen que para este segundo período se están tomando todas las recomendaciones dadas por la Organización Mundial de la Salud. “Por orientaciones del Ministerio de Salud (Minsa), los alumnos y los maestros debemos de usar mascarillas, así como el lavado constante de manos, para prevenir contagios del coronavirus”, refirió un docente del colegio público de secundaria, Héroes y Mártires de La Reforma.
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Según una profesora del colegio de primaria Humberto Alvarado, de 475 estudiantes que hay en el turno de la mañana, asistieron 23 alumnos. “En tercero, segundo grado y preescolar no llegó ni un estudiante, pero los maestros debemos asistir por orientaciones del Ministerio de Educación”.

Otro de los colegios que tuvo poca presencia de estudiantes fue el instituto Héroes y Mártires. Un profesor en condición de anonimato dijo a este medio de comunicación que de 1,400 alumnos que contempla el turno matutino, asistieron 300 estudiantes. “Si esa cantidad (de estudiantes) llegó en la mañana, no me imagino cuántos vendrán en la tarde”. El docente refirió que pese a que se orientó que todo alumno y maestro debe usar mascarillas como medidas de protección, algunos estudiantes y maestros no lo hacen, ocasionando así un desinterés para preservar la salud.
Sin opción
En cuanto a los alumnos que no asistan a los centros de estudios por temor a la pandemia del coronavirus, los maestros consultados informaron que no se ha establecido un mecanismo para que estos no pierdan el año académico. “Cada profesor debe de resolver el problema de los alumnos que no están asistiendo. La dirección del colegio y el Mined no han establecido un protocolo con los alumnos que no llegan, pero se nos ha orientado que los alumnos no pueden perder el año escolar, así que como profesor debo de tener una forma para hacerle llegar las clases a mis alumnos”, dijo un profesor del Colegio Humberto Alvarado.
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Según los maestros, una mejor opción para proteger la vida de los alumnos y que no pierdan el año escolar, es la implementación de clases virtuales o en línea, pero afirman que el sistema de educación pública no presta las condiciones. “Sería genial atender a los alumnos con la modalidad online, pero si el gobierno no lo orienta, no podemos pasar por encima de sus órdenes”, recalcó el profesor de secundaria.
Colegios privados continúan clases en línea
Por su parte, los colegios privados de Masaya continúan con las clases en línea, luego que las clases presenciales se cancelaran desde el mes de marzo, cuando se conoció el primer caso de coronavirus en el país. “Las clases presenciales continúan canceladas hasta nuevo aviso, pero hoy (21 de julio) si inició el segundo semestre en línea, igual a como se ha venido trabajando, para así cuidar la vida de nuestros estudiantes”, informó por vía telefónica Eduardo Pilarte, recepcionista del colegio Salesiano de Masaya.

El Colegio privado Nuestra Señora del Pilar informó el seis de julio, a través de su página en Facebook que las clases continuarán en línea para evitar propagación del coronavirus. “Debido a la situación de pandemia por el COVID-19, que sigue amenazando la vida de los nicaragüenses y especialmente de nuestras familias, hemos solicitado autorización del Ministerio de Educación para seguir las clases en líneas, solicitud que ha sido concedida”.
Que esperar de este mal llamado Gobierno defacto de los ORTEGA MURILLO y los padres e hijos ciegos serviles ante el régimen asesino del pueblo de Nicaragua
Los padres de esos niños son unos inresponsables parece que sus hijos le estorban y quieren desacerce de ellos enviadolos a la escuela vacia y esponerlo a la ruta de la muerte