La vocera de la dictadura en Nicaragua, Rosario Murillo, anunció como «buena noticia» en el marco de la celebración del 41/19 de la Revolución Popular Sandinista el pago de pensiones «en efectivo» a los adultos mayores, pese a la pandemia del COVID-19 y presentando el cumplimiento de esta obligación como si fuese un premio por parte del régimen a ciudadanos que debieron cotizar por años para devengar en su etapa de retiro.
Murillo abanderó la entrega de las pensiones con la celebración de su «julio victorioso» y mencionó que son «buenas noticias, gracias a Dios abundan, a partir del jueves 16 de julio, se pagan las pensiones en efectivo, en los centros de pago del INSS (Instituto Nicaragüense de Seguridad Social), 143 mil pensiones, gracias a Dios que vamos cumpliendo a nuestro pueblo siempre más allá».
Además, la primera dama detalló que «65 mil pensiones reducidas se han pagado, 38 mil por transferencias bancarias, 41 mil cajas móviles (…) en total gracias infinitas al creador, son de 289 mil pensiones las que hemos podido pagar de este gobierno de todos».
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El anunció de Murillo llega justo cuando su régimen a través del Ministerio de Salud (Minsa) reconoce oficialmente 3,147 pacientes confirmados por el virus, 99 fallecidos y 2,282 recuperados. Cuyas cifras son abismales con respecto a las que el Observatorio Ciudadano COVID-19, registró hasta el ocho de julio, un total de 7,893 contagios y 2,225 nicaragüenses han fallecidos.