El Ministerio de Salud (Minsa) presentó el informe semanal sobre la situación del coronavirus en Nicaragua correspondiente a la semana del 09 al 16 de junio de 2020. En ese periodo, la institución sanitaria oficialmente reconoció 359 nuevos casos confirmados, con lo cual la cifra total se eleva a 1,823 casos confirmados por COVID-19.
La titular del Minsa, Martha Reyes, aseguró que en «la semana que comprende del 09 al 16 de junio, hemos atendido y dado seguimiento responsable y cuidadoso a 359 nicaragüenses con COVID-19 confirmados o probables por clínica. De la misma forma, 285 personas de las que estaban en seguimiento responsable y cuidadoso han cumplido con el periodo establecido».
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En el reporte de estos últimos siete días, la institución sanitaria reconoció nueve muertes, por lo tanto, el número de decesos por el virus subió a 64. «En la presente semana hubo nueve fallecidos atribuibles al COVID-19 y se presentaron otros fallecimientos en personas que han estado en seguimiento debido a tromboembolismo pulmonar, diabetes mellitus, infarto agudo al miocardio, crisis hipertensivas y neumonías bacterianas».
Con este discurso de los padecimientos previos, el Minsa pretende minimizar la pandemia dejando entrever que los decesos no se deben a los estragos que causa el virus, sino a esas enfermedades previas y por ello, recalcan que los pacientes que dan positivo por COVID-19 ya presentan otras enfermedades al momento de ser internados.
«La gran mayoría de las personas confirmadas con COVID-19 o en seguimiento responsable y cuidadoso tienen varias comorbilidades, siendo las más frecuente diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, síndrome de inmunodeficiencia, insuficiencia renal crónica, obesidad mórbida, antecedentes de accidentes cerebrovasculares, tuberculosis pulmonar y enfermedades pulmonares crónicas», ese fue nuevamente el argumento reiterado que leyó Reyes en el comunicado presentado a los medios oficialistas de menos de tres minutos.
Según el Minsa, «desde el inicio de la pandemia hemos atendido y dado seguimiento responsable y cuidadoso a 1,661 personas». Asimismo, indicó que en Nicaragua se «presentaron otros fallecimientos en personas que han estado en seguimiento debido a tromboembolismo pulmonar, diabetes mellitus, infarto agudo del miocardio, crisis hipertensivas y neumonías bacterianas».
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Reyes no dio el número de personas a las que atribuyen su muerte a esas causas, que coinciden con los mismos padecimientos que escribieron en las actas de defunción de algunos ciudadanos que sus familiares denuncian que el deceso se debió al COVID-19 aunque la epicrisis no lo especifique.
Con estos números, de forma oficial el régimen orteguista reconoce 1,834 casos confirmados, 64 fallecidos y 1,238 recuperados y 532 casos activos. Sin embargo, fuera de esa lista hay centenares de denuncias de ciudadanos que afirman que sus familiares fueron víctimas del virus, pero que la institución ordenó colocar otro diagnóstico en la epicrisis aunque mandó a que se realizara el entierro de forma exprés y en caja sellada.
Los datos del Minsa ni siquiera llegan a la mitad de los que reconoce el Observatorio Ciudadano COVID-19, que hasta el 10 de junio sostenía que en el país el número de casos confirmados por coronavirus superaba los cinco mil y los decesos se acercaban a los 1,500.