La exrea política Tania Muñoz, originaria del municipio de Niquinohomo, en el departamento de Masaya, denunció que la noche de este jueves, cinco de marzo, fanáticos al régimen de Daniel Ortega asediaron y lanzaron piedras a su casa, ubicada en el barrio Fátima Pavón, de ese municipio.
Según la exrea política, el ataque por parte de los adeptos al gobierno fue a las 11 de la noche y duró media hora. Además de lanzar piedras, Muños dijo a Artículo 66, que un motorizado se estacionó frente a su vivienda y aceleró su automotor de forma intimidante.

“Ayer estaba reunida con mis hermanos, cuando escuché una moto, encendí las luces de la calle, quise asomarme para saber que pasaba, pero en ese momento los fanáticos orteguistas empezaron a tirar tucos de ladrillos hacia mi casa. Lo más de doloroso es que mis niños estaban dormidos y se despertaron por escuchar tanta bulla”.
Seguirá denunciando
Pese este nuevo ataque por parte de fanáticos del régimen, Muñoz asegura que seguirá denunciando cualquier asedio y amenazas en su contra. “No puedo quedarme callada, porque lo que quiere el gobierno es que no digamos nada para seguir sembrando el terror. Sé que aquí no hay justicia, pero pronto la justicia divina vendrá sobre esta dictadura”.
Este nuevo ataque en contra de Tania Muñoz se suma a otros, los cuales ella ha denunciado a través de sus redes sociales, tal como fue el corte del servicio de agua potable, la suspensión de energía eléctrica y amenazas directas en contra de sus hijas. “El fin de semana pasado amanecieron en el patio de mi casa unas láminas de zinc en mal estado, sé quienes son las personas que se prestan para hacerme daño, son las mismas que denunciaron a mi hermana (Olesia Muñoz) y a mí para que nos echaran presas”.
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Tania Muños estuvo secuestrada 10 meses en los calabozos del sistema penitenciario La Esperanza, acusada de trafico de armas y terrorismo, salió el 20 de mayo de 2019, bajo la llamada Ley de Amnistía. Luego de su excarcelación, Muñoz ha demandado justicia y libertad para los presos políticos, lo que le ha costado asedio y amenazas de muerte.
“Ni mi hermana Olesia Muñoz puede venir a mi casa, porque “los sapos” orteguistas llaman a la Policía para que la venga a asediar, yo me gano la vida honradamente y no tengo tiempo de andar de vaga como andan los fanáticos orteguistas, exijo al gobierno de Daniel Ortega que deje de estar mandando a su gente a hostigar al pueblo de Nicaragua, porque lo que queremos es una verdadera paz”, concluyó la exrea política.