En un reciente estudio realizado a nivel nacional por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) y la Red de Empresarias de Nicaragua (REN) encontraron que gran parte de la población tiene padecimientos de ansiedad y depresión por los actos de violencia que se vivieron en la crisis iniciada en abril de 2018.
Según el informe, las más afectadas emocionalmente son las mujeres con trastornos del sueño que representan un 46.1 por ciento y los hombres con un 45.0 por ciento. Otro de los problemas es la desesperanza, las mujeres con un 38.2 por ciento y los hombres con un 30.1 por ciento; en el caso de las crisis nerviosas el 34.3 por ciento son mujeres y el 19.1 por ciento son hombres.
La mayoría de estas afectaciones están relacionadas con la coyuntura del país, donde las mujeres representan el 46.9 por ciento con trastornos del sueño y los hombres el 43.4 por ciento. El 41.3 por ciento de mujeres padecen de ansiedad comparado a un 30.5 por ciento de los hombres con esta afectación.
La depresión es el tercer padecimiento de los nicaragüenses, donde las mujeres representan el 38.6 por ciento y los hombres 27.1 por ciento. Este mismo estudio señala que las personas que dicen no estar interesadas en la situación del país también padecen la crisis.
Personas ajenas a la crisis sufren depresión
A pesar del desinterés, el 35.9 por ciento padece de trastornos del sueño, en el caso de los hombres representan el 36.7 por ciento. El 29.3 por ciento de las mujeres y el 28.5 de los hombres tienen ansiedad a pesar que no están involucrados con la coyuntura del país.
“En Nicaragua somos un país que ha sido históricamente violentado, hemos vivido guerras, persecuciones, masacres, etcétera. Somos una población que llevamos el costo de todas estas vivencias violentas y que ha hecho que muchas generaciones de nicaragüenses crezcamos en ámbitos profundamente violentos”, detalló Gloria Carrión, del equipo de investigadores de Funides.
Carrión dijo que “la precariedad financiera, la incertidumbre laboral, la participación ciudadana y la situación política del país son fuentes importantes de estrés emocional que afectan el bienestar y el desarrollo de las y los ciudadanos nicaragüenses”.
Los especialistas en diversas ocasiones han pedido a la población a tratar sus problemas poscrisis con personas preparadas en la materia para evitar problemas mayores. La encuesta se realizó con 1008 personas en varias zonas del país.
Somos rehenes de asesinos criminales genocidas, es imposible que bajo esta situación podamos abstraernos de lo que ocurre en país. Aquí nadie está seguro por muy neutral que se quiera presentar. A eso apuesta el régimen, que se incremente la cantidad de gente que sufre el Síndrome de Estocolmo, pues sus sicarios son los primeros en oadecerlos. Hay que batallar para sobreponerse a la represión.